¿Trabajas porque tienes que hacerlo? Para que realmente te guste tu trabajo.

El instructor de golf Leonard Smit disfrutaba ir a trabajar todos los días. Vio algo diferente con sus alumnos: estaban agobiados por el estrés laboral o no encontraban satisfacción en un trabajo que ofrecía pocos desafíos. Se preguntó: ¿cómo puedes hacer que el trabajo sea divertido, incluso si tus tareas no siempre son divertidas? Recopiló ideas de su propia carrera en el libro Nunca más trabajo duro.



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