Toyota advirtió que sus ganancias podrían caer una quinta parte este año debido al aumento de los costos de energía y la duplicación de los precios de las materias primas luego de las interrupciones en el suministro relacionadas con la pandemia de coronavirus.
La proyección de Toyota de 2,4 billones de yenes (18.500 millones de dólares) de ganancias operativas para este año fiscal estuvo muy por debajo de las previsiones de los analistas de 3,3 billones de yenes, según S&P Global Market Intelligence. En el año fiscal 2021-2022, generó una ganancia operativa récord para una empresa japonesa.
La caída prevista del 20 por ciento en las ganancias operativas del mayor fabricante de automóviles del mundo hizo que sus acciones cayeran un 4,4 por ciento el miércoles.
El grupo, que incluye las filiales Daihatsu e Hino de Toyota, espera vender 10,7 millones de vehículos este año fiscal, en comparación con los 10,3 millones de unidades del año pasado.
“Esperamos una disminución en nuestros ingresos operativos debido a aumentos sin precedentes en los costos de materiales y logística. Sin embargo, continuaremos con nuestras futuras inversiones”, dijo Masahiro Yamamoto, director ejecutivo del grupo de contabilidad de Toyota.
Los ejecutivos dijeron que es poco probable que el yen más débil y las altas ventas de vehículos compensen un fuerte aumento en los costos de logística y materias primas, que se espera que alcancen los 1,45 billones de yenes. Esto duplicaría con creces los costos del año pasado, que también alcanzaron un máximo histórico.
La mitad de los costos de este año provienen del negocio de Toyota en el extranjero, mientras que el resto provendría de Japón, dijo la compañía, y agregó que promovería esfuerzos para reducir el uso de algunos materiales o reemplazarlos por otros más baratos.
A pesar del aumento de los costos, Toyota dijo que era difícil aumentar el precio de los productos. “Es un desafío aumentar el precio de los productos terminados solo porque los costos de los materiales han aumentado. Nuestra postura básica es tomar decisiones basadas en una mirada cuidadosa a cada región”, dijo Jun Nagata, director de comunicaciones.
Los analistas dijeron que había espacio para que Toyota elevara su pronóstico ya que la compañía asumió una tasa de cambio de 115 yenes frente al dólar, un marcado contraste con la tasa actual de 130 yenes.
Sin embargo, la perspectiva conservadora aún inquietaba a los inversionistas, ya que el fabricante de automóviles japonés había superado a sus rivales durante la pandemia mundial mediante el uso de recortes de costos estrictos para compensar las interrupciones de la cadena de suministro y el cierre de plantas.
“Toyota no está ahora en la fase de presentar un pronóstico alcista”, dijo Takaki Nakanishi, analista de la industria, señalando los escándalos de falsificación en las empresas del grupo del fabricante de automóviles y las repetidas rebajas de las proyecciones de producción el año fiscal pasado.
Además del aumento de los precios del acero y el aluminio, Nakanishi dijo que el desafío para Toyota era que los consumidores japoneses eran sensibles a los aumentos de precios.
Toyota registró una ganancia operativa de 463.000 millones de yenes en el cuarto trimestre, un 33% menos que el año anterior. Sus ingresos alcanzaron los 8,1 billones de yenes, un 6% más.