Tour 2025, no podemos esperar: Pogacar-Vingegaard, será un duelo igualado


Su duelo dura desde 2021: en estos cuatro años Tadej y Jonas han crecido, cambiado, mejorado, tras una rivalidad siempre caracterizada por el respeto.

En Florencia, la víspera de su partida, fue al barbero para recortar sus mechones decolorados, los que emergen del casco y que también se han convertido en iconos. En Isola 2000, cuando su Urska lo volvió a ver en meta, Tadej Pogacar vestía el maillot amarillo, tenía mucha más confianza y más victorias, pero ella miraba algo completamente diferente. «Debería haber traído tijeras», susurró, pasando una mano por su cabeza. El alargamiento del cabello marca visiblemente el tiempo que pasa desde el inicio hasta el final de un Gran Tour. Tres semanas de peligros (¿recuerdan la isla de tráfico evitada en la quinta etapa con un acto de malabarismo?), de inquietudes (tras el cara a cara perdido con Vingegaard en Le Lioran), de cálculos, de derrotas (raras), de victorias (frecuentes), de suspicacias (lamentablemente normal, en una carrera que tiene que soportar la vergüenza de siete años sin nadie en el cuadro de honor), de polémicas (¿gana? ¿gana demasiado? ¿no?). ¿dejar que alguien gane?), de un duelo que se prolonga desde 2021 y que no da señales de amainar. En el Tour de Francia 2025, que comenzará el 5 de julio en Lille, en la región de Roubaix y entre los adoquines, Pogacar tendrá 26 años y Vingegaard 28. Su dualismo, por tanto, está destinado a continuar durante mucho tiempo. Exaltado y afinado por diferentes personalidades y estilos de carrera: el esloveno es más visionario e instintivo, el danés es más razonador y expectante, Tadej es más ecléctico, mientras que Jonas encarna perfectamente el physique du rôle del escalador puro.



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