En total, la operación asciende a 3.100 millones de euros. Esto también incluye estaciones de servicio en Bélgica y Luxemburgo, donde Couche-Tard se hace cargo del 60 por ciento de las actividades.
La razón por la que TotalEnergies está vendiendo las estaciones de servicio se debe en parte a los objetivos climáticos de la Unión Europea. Por ejemplo, a partir de 2035 se restringirá la venta de coches nuevos con motor de combustión tradicional. TotalEnergies ya ha notado una caída en las ventas de combustible, según la compañía, ya que los propietarios de autos eléctricos cargan sus vehículos en casa o en el trabajo.
Es por eso que TotalEnergies recurrió a Couche-Tard. La empresa canadiense tiene experiencia en operar tiendas al lado de gasolineras. Según TotalEnergies, esto podría ayudar a transformar las estaciones de servicio del futuro en lugares donde la gente venga por algo más que combustible.
Otro factor es el objetivo de TotalEnergies de reducir las ventas de productos derivados del petróleo en un 30 por ciento para 2030. Con esto, la empresa quiere reducir sus emisiones de carbono. En ese contexto, TotalEnergies ya ha vendido desde 2015 estaciones de servicio en Italia, Suiza y el Reino Unido.