Alexander Zverev celebró una convincente victoria inicial en su partido en casa en Hamburgo. Sin embargo, persisten las dudas sobre si está apto para los Juegos Olímpicos.
Alexander Zverev se quitó la diadema amarilla y disfrutó de los calurosos aplausos en su salón. El campeón olímpico superó la primera dura prueba tras su lesión y ganó fácilmente su esperado partido inaugural en el torneo ATP en su ciudad natal de Hamburgo, pero las dudas antes de los Juegos Olímpicos persisten.
“Hoy estoy contento con todo. Pude jugar y moverme”, dijo Zverev después de su actuación segura en el 6-2, 6-2 contra el holandés Jesper de Jong: “Ahora tenemos para ver qué será el mañana”.
El héroe local y campeón defensor no estuvo libre de dolores el miércoles. No lo ocultó después del minuto 76 de partido. “Tuve dolor al calentar esta mañana”, informó Zverev. Su lesión de rodilla no desaparecerá de la noche a la mañana. “Llevará tiempo”, afirmó el joven de 27 años. Tiempo que apenas le ha dado el apretado calendario tenístico.
Nueve días antes de la ceremonia inaugural en París, el inicio de los Juegos de Verano pende de un hilo. El miércoles, durante el calentamiento, Zverev no sabía si podría jugar. La adrenalina y el apoyo de la gente en las gradas de su ciudad natal le dieron la fuerza que necesitaba.
El partido de octavos de final contra el francés Hugo Gastón podría proporcionar más información sobre el estado de salud de Zverev, para que el cuarto clasificado del ranking mundial pueda competir el jueves.
Zverev quedó eliminado en el “césped santo” de Wimbledon en octavos de final ante Taylor Fritz; en la ronda anterior había caído tras derrotar al británico Cameron Norrie; Tras su retirada, el hamburgués habló de edema de médula ósea y de una distensión en la cápsula de la rodilla, pero posteriormente no se confirmó una lesión aún peor que habría significado una posible salida de los Juegos Olímpicos.
“En cualquier otro torneo”, enfatizó Zverev, “ni siquiera intentaría jugar. Hamburgo es para mí algo especial, mi casa”. Antes de los Juegos Olímpicos, Zverev quiere ganar confianza en sí mismo para lo más destacado del año, sin causar más daños a su cuerpo. “Queda poco menos de una semana entre Hamburgo y París. Haré todo lo que pueda para tener éxito en ambos torneos”, dijo Zverev.