Según Uslu, el trabajo aún avanza según lo programado, pero se necesita dinero extra debido a un retraso en la construcción. El Ministerio de Asuntos Generales hace el corte y pone a disposición 250.000 euros. La propia Casa Real transferirá 100.000 euros.
“Los costos adicionales son causados por problemas estructurales imprevistos con la fundación de la iglesia. Los costos de elaboración de la investigación arqueológica también fueron más altos porque se hicieron más hallazgos de los esperados durante la excavación que necesitan ser investigados”, dice Uslu. Anteriormente se anunció que la contribución total del gobierno asciende a aproximadamente 3,6 millones de euros.
La cripta, que, a diferencia de muchas criptas reales en el extranjero, no está abierta al público, se encuentra debajo del coro de la iglesia. Desde el entierro de Guillermo de Orange en 1584, casi todos los miembros de la Casa de Orange-Nassau descansan con sus maridos (embalsamados o no) en el sótano. El difunto príncipe Friso fue el primero de una larga serie de naranjas fallecidas que no fueron enterradas pero sí enterradas en Lage Vuursche en 2013.
Con los entierros del Príncipe Claus (2002), la Princesa Juliana y el Príncipe Bernhard (2004), casi se ha alcanzado la capacidad máxima de la bóveda funeraria. En la ampliación de la cripta se creará espacio para más de veinte entierros. La intención es tener la nueva bodega lista este año.