En las redes sociales es popular un vídeo en el que el italiano retrasa la sustitución y recibe una tarjeta amarilla en el minuto 94. Pero fue Howe quien le dijo que redujera la velocidad…
Un vídeo de unos segundos, retuiteado en las redes sociales hasta hacerse viral. Sandro Tonali está en escena: en el tiempo añadido del Newcastle-Aston Villa, el debut del italiano en la Premier League, duda en abandonar el terreno de juego una vez que lo llaman al banquillo. Sandro está delante de la línea de falta lateral, justo delante del banquillo y del compañero que debería entrar en su lugar. Con 5-1 para los bianconeri, frenar el cambio parece contradictorio: de ahí la advertencia para los ex rossoneri. Mirándolo con malicia, parece que lo hizo a propósito: un retraso innecesario para recibir deliberadamente una tarjeta amarilla.
ovación
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Nada podría estar más lejos de la realidad. Un error sensacional, o tal vez ni siquiera, dado que en Inglaterra el caso ya se había aclarado inmediatamente después. Entonces, ¿de quién sería la “culpa”? Por el seleccionador de Inglaterra Eddie Howe. En realidad, la intención era la mejor posible: el técnico quería que Sandro escuchara todos los aplausos del estadio y pudiera disfrutar de la ovación que luego llegó: debut con gol a los 6 minutos, una celebración apasionante y un buen gol. merecido homenaje. Un gran final después de eso, ya durante el partido, los nuevos fanáticos habían cantado una melodía hecha a medida para él… Si miras el mismo video con atención puedes ver a Howe haciéndole una señal clara a Tonali para que se detenga y tome todos los ovación desde St James’ Park. Él extiende su mano en una especie de alto. Y luego Sandro espera, y la burla de la tarjeta amarilla (con la perspectiva invertida es el árbitro, con 5-1, quien parece un poco demasiado fiscal…) lo desanima: camiseta levantada para cubrirse la cara, con un compañero que le “consuela” y le acompaña al cambio. Caso social resuelto. O nunca nacer.