España quiere probar la introducción de una semana laboral de cuatro días con compensación salarial completa. Las pequeñas y medianas empresas, con menos de 250 empleados, tienen un mes para inscribirse en la prueba financiada por el gobierno.
El objetivo de la prueba es que hasta el 30 por ciento de los empleados trabajen al menos un diez por ciento menos de horas, pero reciban su salario completo. Se espera que las empresas participantes participen en el ensayo durante al menos dos años. Los empleadores entonces reciben una compensación por esto.