Tigre, adiós día. Fuera en el corte, fue la última vez en St. Andrews

El ex número 1 eliminado tras la 2ª vuelta. La próxima edición del mítico Old Course será en 2030, sin él. Guía Smith (-13), buen aficionado Celli (-3) que conquista el fin de semana como Molinari

La buena noticia desde St. Andrews, donde el Open Championship ha cerrado la segunda ronda, llega con Filippo Celli. Al final de la carrera, su entrevista transcurre paralela a la del número uno del mundo Scottie Sheffler, ambos frente a los micrófonos a escasos metros de distancia. También hay una cierta similitud entre los dos. Seguro que el amateur romano de veintiún años apunta alto y lo hace con una mezcla explosiva de talento, pasión y convicción. Aquel que juega siempre en ataque, que bajo presión encuentra la llave ganadora. Que está seguro de sus medios y no mira de lejos y con miedo a los grandes campeones (lo sintió enseguida cuando jugó con Dustin Johnson y Rory McIlroy en las vueltas de prueba), sino que aspira a ser pronto uno de ellos. Hoy alineó 67 golpes, cinco bajo par para el campo para otros tantos birdies, en una tarjeta impecable que le sitúa en el -3 del total (74-67) y le lanza de cabeza al fin de semana en medio de un partido aún más élite restringida.

Paciente

Después de todo, había dicho anoche que habría puesto la suerte de su lado después de una vuelta en medio de extraños rebotes, pero estaba satisfecho y confiado. “Hoy he tenido paciencia sobre todo en los primeros hoyos con varias ocasiones en las que no entraba el putt. Le he pegado muy bien a la bola todo el día, una sensación increíble (aparte de los golpes de salida del 17 y 18)”. En el último, su favorito («agujero mágico, en el corazón de St. Andrews, con el green entre las casas») el mal tiro por izquierda no le impidió anotar el último birdie y cosechar los aplausos de un público educado. . . El joven estudiante de Texas Christian University tiene buenas manos y dice, “mis puntos fuertes son los approach y los putts, con mucho sentimiento y poca técnica”, justo lo que marca la diferencia en St. Andrews. Pero su juego largo («técnicamente bueno y cada vez más sólido») no se queda atrás.

El fin de semana seguirá en el campo Francesco Molinari, que ganó este Open en 2018. Con proyección de un corte a la par, se impuso con los dientes un 71 (-1) para subsanar el 73 de ayer y continuar el torneo. No estará Guido Migliozzi que frustró tres birdies y luego perdió cinco golpes en la carretera (147, 73-74 su marcador).

despedida de tigre

Mientras tanto, fue Tiger Woods nuevamente quien dio el momento mágico. El público lo quiere y sabe que no estará en St. Andrews para el Open 2030. Porque ocho años es mucho tiempo para una lesión en la espalda, la rodilla y la pierna, porque solo sale al campo si está seguro de que es competitivo. Luchó en este Open (donde hizo historia, ganando y ganando tres veces, dos de ellas en esta pista), pero no hubo mejor momento para saludar al público y al césped, disputando la edición 150 del major más antiguo. Ayer empezó mal al fallar dos golpes en el primer hoyo con la bola en el agua, y hoy se equivocó con un putt corto para el birdie. Cruzando el Swilcan Bridge en medio del hoyo agitó su sombrero, agradeció al Old Course y cerró un capítulo importante en su carrera. Pero el espectáculo debe continuar. Y hubo muchos protagonistas en lo más alto de la clasificación. Quien puso el parcial en -13 fue el australiano Cameron Smith: 67 en la primera vuelta y hoy seis birdies y un eagle para un 64 que le confirma como figura importante de la temporada (dos títulos conseguidos, el Sentry Tournament of Champions y el Players Championship que lo situó entre los diez mejores del mundo). Dos golpes por detrás (-11) está el estadounidense Cameron Young, líder ayer, que siguió con 69 a 64 de la primera vuelta manteniendo, según dijo, «la situación bajo control».



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