Una mujer aparentemente borracha ha perturbado la paz en una atracción de Disney World. Se bajó de un bote y le gritó a cualquiera que quisiera escuchar que ya había tenido suficiente. La reacción de la tripulación no se hizo esperar: un empleado le dio treinta segundos para que volviera a sentarse, de lo contrario la tiraría al suelo. Al final, la policía tuvo que intervenir para calmar las cosas.
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