El francés, parado dos días tras la tarjeta roja en Florencia y sancionado por el club, tiene contrato hasta 2026 y quiere un super salario. Sin embargo, ante la dirección rossoneri debe demostrar que se merece el aumento.
La tarjeta roja tras el pitido final en Franchi le costó a Theo Hernández una suspensión de dos partidos. No se temía un golpe, es decir, una ronda suplementaria y el consiguiente adiós al gran partido contra el Napoli, porque no hubo faltas sino “una crítica gravemente irrespetuosa y reiterada al director del partido”. Lo que está en duda, sin embargo, es el futuro (a largo plazo) del francés en los rossoneri porque el extremo izquierdo ha tenido más bajas que altas en este inicio de 2024-25 y no está liderando a sus compañeros como un verdadero (vicio). El capitán debería y (sobre todo) tiene exigencias para la renovación de su contrato que expira en 2026 muy por encima de los parámetros del club de vía Aldo Rossi. La petición inicial del agente del jugador era de más de ocho millones netos más bonus, casi el doble del salario actual (cuatro millones y medio). Aunque existieran las ventajas del Decreto de Crecimiento, activado en 2019 cuando aterrizó en Milán, sigue siendo mucho dinero. Teniendo en cuenta que el jugador mejor pagado del equipo es Leao (siete millones netos), el mensaje lanzado por el entorno del jugador sólo puede tener dos interpretaciones: la primera, más reconfortante, es que Theo no tiene prisa por llegar al equipo blanco. fumar; la segunda, menos agradable, es que tiene intención de cambiar de escenario. Este último concepto se filtró a través de sus declaraciones durante la Eurocopa (“¿Si me quedo en Milán? Ya veremos”) y que fue corregido hace unos días, tras el gol contra el Lecce (“Estoy muy feliz aquí “La gente y el equipo me quieren. Es lo más importante”) y un verano sin ofertas atractivas.
theo hernandez, renovación bien merecida
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El AC Milan ya lleva meses negociando con Hernández la renovación. En agosto, Ibrahimovic había utilizado palabras llenas de confianza (“Estamos hablando. Todo está bajo control, todo está bien”) y desde entonces las partes han hablado, una señal clara de que existe al menos la voluntad de comprobar si hay márgenes. para un entendimiento. No les gustó el caso de la pausa para refrescarse en el Olímpico, pero se escapó sin multas y sin consecuencias excesivas porque Theo tuvo un arrepentimiento inmediato, con una aclaración en la televisión familiar. La situación es diferente a lo ocurrido el domingo en Florencia, con el penalti que Hernández se reclamó derecho a ejecutar (sus compañeros no lo detuvieron por su categoría y porque esperaban que el día de su cumpleaños superara en goles a Maldini). en la Serie A) y sobre todo con la evitable expulsión al final del partido. Un daño sobre todo de cara a los próximos partidos que un elemento experto, además de líder del grupo, debería haber evitado. También porque Theo es el único del equipo que no tiene un sustituto real. Esta vez se ha impuesto la multa que, entre otras cosas, está prevista en el reglamento interno. Capítulo aparte merece la actuación del francés, que alternó buenas actuaciones, como las ante Venecia, Inter y Lecce, con actuaciones mucho más decepcionantes. En todos los partidos fuera de casa en Parma y Florencia. La dirección pretende ampliar el contrato sólo a aquellos jugadores que, además de tener unas exigencias acordes a las posibilidades del club (¿recordéis el ejemplo de Donnarumma, que fue despedido gratuitamente porque sus exigencias se consideraban demasiado altas?), lo merezcan. en el campo con su desempeño. Por eso todo el mundo espera de Theo un paso adelante en cuanto a continuidad así como una rebaja en su salario porque más de ocho millones es demasiado.
theo y la llamada del mercado
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Hernández, por su parte, probablemente no se sintió en el centro del juego con Fonseca como lo hizo con Pioli, con quien tenía un vínculo notable. En verano no llegaron ofertas importantes para él, también porque Theo consideraría la idea de dejar Milán para ir a un gran club europeo como el PSG, donde está su hermano Lucas, o el Bayern de Múnich, que el próximo verano podría perder el título. El canadiense Davies, en libertad, cortejado por el Real Madrid. Theo, en cambio, está atado al Diablo por un año más y por tanto quien lo quiera tendrá que poner una propuesta importante sobre la mesa. Sin embargo, sin renovación Milán no podrá pedir… la luna. Por eso el diálogo entre las partes continúa aunque el sol no brille en el cielo como ocurre en los días más bellos. De hecho, hace muchísimo frío.
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