Según la agencia de noticias italiana ANSA, la gente en Siena, Toscana, salió en masa a las calles por temor a un derrumbe, pero al final no hubo daños.
En total hubo unas cuarenta sacudidas durante la noche, la mayoría de ellas con una fuerza inferior a 2,0. El epicentro del choque más fuerte fue a 2 kilómetros de Siena, a una profundidad de 8 kilómetros. Los golpes se sintieron claramente, pero hasta el momento no han causado ningún daño.
Todos los edificios de la ciudad serán revisados en busca de grietas y otros daños el jueves. Por lo tanto, las escuelas y universidades permanecen cerradas.
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