Tchibo termina 2022 en números rojos: costes y moderación del consumidor


Los mayores costes y la renuencia de los consumidores a comprar empujaron al grupo minorista y tostador de café Tchibo a números rojos en 2022. Con una facturación estable de 3.250 millones de euros antes de intereses e impuestos (EBIT), saltó a la vista una pérdida de 167 millones de euros, como anunció el martes Tchibo Holding Maxingvest en Hamburgo. Hace un año, Tchibo todavía tenía un EBIT positivo de 176 millones de euros. La empresa no proporciona ninguna información sobre las ganancias después de impuestos.

Tchibo explica los números rojos por el espectacular aumento de los costes de las materias primas, la energía y los fletes, así como por la crisis mundial de la cadena de suministro. Otro factor señalado es que el volumen de negocios previsto en el comercio minorista, excepto en alimentación, «no se ha podido realizar debido a la reticencia de los clientes a comprar debido a la inflación». El consiguiente aumento de las existencias afectó así al resultado.

En vista de las perturbaciones de las cadenas de suministro desde hace mucho tiempo, la guerra en Ucrania, así como el aumento de los precios de las materias primas y de la energía y la disminución del gasto de los consumidores, Tchibo había previsto hace un año una caída significativa del EBIT.

Tchibo pertenece al 100 por ciento al holding Maxingvest, en el que una parte de la familia Herz de Hamburgo ha agrupado sus participaciones. El segundo pilar de Maxingvest es la participación mayoritaria en el fabricante hamburgués Nivea y el grupo Dax Beiersdorf (un buen 51 por ciento), del que también forma parte el productor de películas adhesivas Tesa. (dpa)



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