“Me sentí alentado por el amor y la unidad que vi en los fanáticos que se unieron. Decidí que toda mi energía tenía que destinarse a ayudar a proteger al casi medio millón de personas que vinieron a ver los espectáculos en Londres”, explicó Taylor. “Mi equipo y yo trabajamos codo a codo con el personal del estadio y las autoridades británicas todos los días para lograr ese objetivo, y quiero agradecerles todo lo que hicieron por nosotros”.
“Quiero ser muy clara: no voy a hablar públicamente de algo si creo que hacerlo podría provocar a quienes quieran hacerle daño a los fans que asisten a mis shows”, afirmó Taylor. “En casos como este, el ‘silencio’ es en realidad una muestra de moderación y de esperar a expresarse en el momento adecuado”.
“Mi prioridad era terminar nuestra gira europea de forma segura y puedo decir con gran alivio que lo logramos”, continuó. “Y luego Londres se sintió como una hermosa secuencia de ensueño. Las cinco multitudes en el estadio de Wembley estaban llenas de pasión, alegría y exuberancia. La energía en ese estadio era como el abrazo de oso más grande de 92.000 personas cada noche, y me devolvió a un lugar de calma despreocupada allí arriba”.