Taylor Swift parece haberse calmado. Los amoríos con hombres famosos como Harry Styles o Jake Gyllenhaal, que inspiraron muchas de sus canciones, han terminado hace tiempo: la cantautora estadounidense lleva cinco años felizmente casada con el actor británico Joe Alwyn. También parece estar bajo control el trastorno alimentario que la aquejó a principios de la década de 2010 y del que testificó en el documental Miss Americana.