Tatum, Boston pide el anillo número 18. Para poder alcanzar el título

El número 0 está llamado a dar un salto de calidad en los momentos cruciales de la temporada: con Holiday y Porzingis, le corresponde llevar a los Celtics a la tierra prometida

“Estandarte 18”. Los aficionados lo piden a gritos: el título número 18 es ahora una obsesión para los Celtics, que esperan un anillo de la NBA desde hace 15 años. Allí arriba, en el techo del TD Garden, 17 pancartas recuerdan a todos lo que significa enfrentarse a Boston: aquí está la historia de la NBA. Pero el pasado no entra en juego y el ayuno ha durado demasiado. Estas son las premisas de la temporada que le espera a Jayson Tatum, hombre de portada en Boston, llamado más que nunca a dar el salto de calidad para cazar el anillo.

REVOLUCIÓN

Los números dicen que Jayson finalmente está entre los grandes de la liga: 30 puntos por partido, 74 partidos disputados como titular con una media de casi 37 minutos por noche. El año pasado paró en el mejor momento, en el séptimo partido de las finales de conferencia contra Miami: una lesión en el tobillo sufrida pocos minutos antes del palmeo le impidió marcar la diferencia. Este año debe (y puede) ser diferente. Brad Stevens diseñó una mini revolución en el verano para superar el último obstáculo. Vía Smart, corazón y alma de la franquicia, vía Brogdon, mejor sexto hombre del año, vía Rob Williams, frágil pero fundamental en las rotaciones. A cambio, llegaron dos jugadores que, sin embargo, pueden marcar la diferencia: Holiday tiene poco o nada que envidiar a Smart en la fase defensiva y puede eliminar el problema del manejo del balón en momentos clave para los «Jays», Porzingis suma otra flecha. hasta el arco de Mazzulla. La otra cara de la moneda es el banquillo, muy reducido por los dos cambios de verano. White y Pritchard por sí solos quizá no sean suficientes.

PRESIÓN

Ahora el balón pasa a Tatum. En la pretemporada trabajó con Paul Pierce para sumergirse aún más en la cultura de Boston. Las primeras salidas de la temporada también mostraron a un Tatum mejorado en su juego de espaldas a la canasta: el exjugador de Duke parecía más proclive a desafiar al defensor en el área, buscando el contacto y la canasta sin miedo. Un arma que puede agregar profundidad a su juego ofensivo, convirtiéndolo en una amenaza integral. Tendrá que mejorar en la gestión de los momentos y en la toma de decisiones, sobre todo ahora que podrá contar con dos armas de lujo en Holiday y Porzingis, además del habitual Brown. Sin embargo, también es necesario un paso adelante desde el punto de vista del liderazgo, en un equipo donde abunda el talento pero no el carácter. Tatum ha demostrado ser un jugador hermoso de ver y, a veces, tiene dificultades para cerrar partidos delicados. Con demasiada frecuencia, Boston se ha visto obligado a hacer tiempo extra para superar a los rivales que estaban a su alcance, y la misión no siempre ha tenido éxito (ver la serie con Miami). El mundo de los Celtics ha protegido y mimado a Jayson desde el primer día en la liga, pero la luna de miel no dura para siempre: ahora necesitamos ganar. Cargas y honores de liderar una franquicia tan importante. La filosofía del entrenador Mazzulla pretende hacer que los jugadores en el campo sean aún más responsables: «Quiero que se acostumbren a gestionarse solos en los momentos clave», explicó en el podcast de JJ Redick. ¿Podrá Tatum soportar esta presión?



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