Las obras para el tendido del gasoducto Tap frente a las costas de Salento permitieron encontrar un tesoro arqueológico del siglo VII a.C. y ahora, recuperado a 780 metros de profundidad y restaurado por la Superintendencia Nacional del Patrimonio Cultural Subacuático, 50 hallazgos de Corintia se exhiben en Tarento, sede de la misma Superintendencia, en la exposición “Recuperados del abismo”.
La exposición, que se extenderá hasta fin de año, ha permitido combinar la atención de la empresa del gasoducto al territorio con la experiencia científica de la Superintendencia nacional. Se creó así una integración para valorizar el patrimonio cultural. Lo cual no es una operación baladí, dado que durante años, en el pasado, la empresa Tap fue duramente atacada por la construcción del gasoducto y acusada de estragos en las costas del Adriático Salento. La realidad, sin embargo, era bastante diferente. Y el gasoducto, que lleva ya algunos años en funcionamiento transportando gas azerbaiyano a través de Grecia y Albania, además de no ser una presencia invasiva, no ha comprometido el medio ambiente ni ha dañado el turismo en esta zona de Puglia.
Los hallazgos salvados estaban a bordo de un barco naufragado y son cerámicas de fabricación corintia. En particular, contenedores para el transporte de alimentos y cerámica fina para la mesa. Los arqueólogos lo llaman un hallazgo excepcional. La recuperación permitió la recogida del fondo marino de 50 hallazgos, en concreto 2 ánforas de transporte del corintio tipo A, 5 hydriai, 3 oinochoai, un cántaro, 10 skyphoi y un pithos, hallados en estado fragmentario.
Durante la restauración, se encontraron otros 28 skyphoi apilados dentro de los pithos, mientras que las ánforas incluso arrojaron numerosos huesos de aceituna. Para Barbara Davidde, superintendente nacional, se trata de objetos “que debían ser transportados a uno de los puertos de la Magna Grecia, quizás al antiguo Roca, oa Otranto. Son interesantes desde el punto de vista arqueológico porque dan testimonio de los albores de la Magna Grecia, de los comercios que unían la patria Corinto con las ciudades que se estaban formando en la Magna Grecia”.
Una obra iniciada en 2018
La primera identificación de los hallazgos data de 2018, con las investigaciones preliminares para la instalación del gasoducto entre las costas albanesa e italiana. Se llevaron a cabo más investigaciones en el verano de 2019, año en que se recuperaron los hallazgos y se llevaron a Tarento para la primera restauración conservadora. Así, en 2020, con la creación de la Superintendencia Nacional del Patrimonio Cultural Subacuático, se puso en marcha el estudio del hallazgo, que se inició al año siguiente con el apoyo de Tap (200 mil euros) y concluyó con la restauración a finales de 2022 Y este año la Superintendencia, con fondos del Ministerio de Cultura, tiene previsto continuar con la investigación y recuperar la totalidad del cargamento.