Ella está extremadamente agradecida por la cantidad de apoyo que ha recibido. Tamara ha estado viviendo con su perro en el automóvil a lo largo de Spoorlaan en Oss durante meses y le contó su historia a Omroep Brabant el jueves. Provocó muchas reacciones, varias personas ofrecieron ayuda. “Han estado aquí decenas de personas. Eso me hace mucho bien”, dice Tamara el sábado con lágrimas en los ojos.
Un Opel Astra azul ha estado estacionado a lo largo de Spoorlaan en Oss durante meses. Desde que Tamara terminó en una acalorada disputa de vecinos y un conflicto con la asociación de vivienda, vive en su automóvil con el perro Pebbles. Ella no quiere ir al refugio para personas sin hogar, porque a Pebbles no se le permite venir.
La batería de su automóvil se agotó, por lo que Tamara tampoco ha tenido un calentador en semanas. Pero este sábado por fin tiene mucho menos frío. “Tengo todo. Una bolsa de agua caliente, frazadas, guantes y comida”, resume.
“Incluso se han traído croquetas para Pebbles”.
Las respuestas que ha recibido Tamara son infinitas. Miles de personas respondieron a su historia en las redes sociales. Una persona siente lástima por la mujer, otra piensa que tiene una opción. Por ejemplo, llevándose a su perro a otro lugar si no puede ir al refugio.
En la calle cerca de su auto, Tamara nota especialmente el calor. “Muchas personas se detienen para conversar o traer cosas. Preguntan qué pueden hacer por mí y luego regresan más tarde. Comida, agua caliente o un banco de energía. Incluso trajeron croquetas para Pebbles”.
Ella llama a la ayuda conmovedora. Cuando cuenta más al respecto, se echa a llorar. “Ayer vino una niña con su padre. Le dieron un bocadillo masticable para el perro. No todos lo tienen ancho, pero que lo hagan de todos modos, eso es tan dulce. Realmente me conmueve ver que la gente tiene un corazón cálido para mí. contribuir.”
“Apenas puedo moverme por el frío y porque no tengo ningún medicamento”.
También hay personas que han ofrecido albergue temporal o una ducha caliente, pero según Tamara, su condición médica le impide responder. Tiene reumatismo y mucho dolor en las caderas, rodillas, tobillos y piernas. “Tengo mucho dolor. Apenas puedo moverme por el frío y porque no tengo ningún medicamento. Mi auto no funciona, entonces no tengo transporte para esas personas. Casi no podía caminar. subir un tramo de escaleras”.
Tamara espera que su situación mejore pronto. Un abogado se ha presentado para ayudarla. “Pronto programaré una cita con ellos. Luego veremos cómo manejaremos la situación. Espero que la asociación de vivienda considere devolverme mi hogar”. Hasta entonces, Tamara y Pebbles se quedan en el coche con un montón de mantas.
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