Por Michael Deutschmann
Viena, la capital de Austria, evitó por poco una terrible catástrofe.
Según las autoridades austriacas, islamistas radicales habrían planeado masacrar a los visitantes de los tres conciertos de Taylor Swift. La gravedad de la amenaza y el gran peligro lo demuestra el hecho de que, a consecuencia de ello, se cancelaron todos los conciertos.
▶︎ El principal sospechoso: Beran A. (19), un austriaco de raíces macedonio-albanesas. Su plan: utilizar explosivos, cuchillos y machetes para matar al mayor número posible de personas en el estadio Ernst Happel de Viena y sus alrededores, que estaba repleto con 65.000 personas. Se dice que mantuvo estrechos contactos con otros islamistas que desde entonces han sido detenidos.
El potencial asesino en masa, por el contrario, es al menos minimizado como “un chico del barrio tranquilo de Ternitz, en la Baja Austria”. “Pasó desapercibido hasta que llegó la policía”, afirma ARD.
¿Discreto hasta el final? Difícilmente.
Ahora se sabe: Berat A. ya había jurado lealtad a la milicia terrorista EI el 7 de julio y subió la confesión a Telegram. El presunto asesino también había obtenido productos químicos para la producción del explosivo TATP. Había interrumpido sus estudios escolares y anteriormente había acosado a sus compañeros de estudios. También perdió su trabajo en una fábrica de metales.
“Nunca consiguió afianzarse aquí”, informó el teniente de alcalde socialdemócrata de Ternitz, la ciudad natal de Beran A., Peter Spicker, al periódico vienés “Der Standard”. Fue visto por última vez en compañía de una mujer que estaba completamente cubierta. “Se dice que incluso usaba guantes. Por supuesto que eso se notó”.
Para el Tagesschau todo es “sólo el exterior”
¿Notable? Para el Tagesschau todo es “sólo exterioridad” para el “chico del barrio”.
Por qué un joven austriaco que creció en libertad y en una sociedad liberal se radicalizó tanto, las guerras de bandas en Viena de los últimos meses, la inmigración descontrolada y, por tanto, las excesivas exigencias a la sociedad, ni una palabra sobre el Tagesschau.
En cambio, la culpa es de Internet. Beran A. está “radicalizado por la propaganda terrorista del ‘Estado Islámico’”.