Tras días de reflexión, el príncipe Guillermo ha emitido un comunicado sobre el conflicto entre Israel y Hamás en el que pide una tregua en las hostilidades. Después de los 70 años de reinado de Isabel, que se abstuvo de intervenciones diplomáticas directas, los británicos están divididos. Ya hay quien define a William como un nuevo Winston Churchill, capaz de inspirar a los británicos mucho más que su padre Carlos. Otros, como el político pro-Brexit Nigel Farage, se burlaron de él: «Es mejor que el príncipe simplemente entregue los premios Bafta».