Un año después de la muerte de Mahsa Amini, mientras Irán endurece las penas contra quienes no llevan correctamente el velo, el Parlamento Europeo nomina a las mujeres kurdas e iraníes de veintidós años para el prestigioso Premio Sájarov a la libertad de pensamiento. Pero ayer el presidente iraní habló en las Naciones Unidas (casi) tranquilo, con el Corán en la mano.

Publicado por el PNUMA, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el borrador fue muy esperado: sienta las bases para las próximas negociaciones internacionales para combatir la contaminación plástica que se celebrarán en Nairobi, Kenia, el próximo noviembre. Pero hay muchas dudas entre los ecologistas: el texto es vago y no compromete lo suficiente a los países