Todo cuerpo colectivo tiene un alma, pero la escuela parece haber perdido el alma. Hablamos de entornos, contratos, docencia, y mucho menos de los protagonistas: alumnos, profesores, familias, que han dejado de enfrentarse. Como argumenta el nuevo libro El alma de la escuela, para recuperarla hay que decir basta a la autorreferencialidad y poner la palabra en el centro

Hoy la educación sexual de los chicos es precoz y se realiza en internet, a través de sitios pornográficos. Con efectos distorsionadores y riesgos de solicitación y sexting. ¿Los adultos? Córtate. La escuela en particular permanece a años luz de distancia. Sin embargo, podría hacer mucho por la educación afectiva, emocional y sexual, como argumenta el psicoterapeuta Alberto Pellai en su discurso en la conferencia Erickson Didattiche.2022