Superbonus, nueva alarma sobre el 110%: 30.000 millones en préstamos problemáticos


Los créditos superbonus siguen varados y, a pesar de las normas aprobadas para encontrar una solución, siguen creciendo. Hasta más de 30.000 millones, según estimaciones de Ance, que calcula 180.000 intervenciones bloqueadas en la zona, entre viviendas unifamiliares y comunidades de vecinos. Un perjuicio enorme tanto para las empresas como para los niveles de empleo, denuncia la asociación, que pide una prórroga del 110% de las operaciones en curso.

La situación ha escalado

La situación ha empeorado recientemente, si tenemos en cuenta que hace apenas cuatro meses la Agencia Tributaria estimó préstamos subestándar por 19.000 millones. También porque, denuncia Ance, la plataforma de compra de créditos nacida durante el examen parlamentario del decreto sobre transferencias está realmente sin poder despegar. El gobierno también está al tanto del estado de las cosas: durante una consulta presentada por el M5S a la Comisión de Hacienda de la Cámara, la subsecretaria del MEF Sandra Savino respondió afirmando que el pleno funcionamiento de la plataforma “se espera para el mes de septiembre”.

La plataforma

EnelX está trabajando en ello, en concierto con algunas instituciones bancarias, mientras que a nivel público, como además se establece, no se ha emprendido ninguna iniciativa directa. Entre los bancos y operadores, las compras directas las retoman solo la propia EnelX, Intesa Sanpaolo y Sparkasse, mientras que Credit Agricole, Unicredit y Poste están ultimando los trámites para iniciar el trámite. Bancos y constructoras se habían propuesto a principios de año compensar los créditos correspondientes al superbonus a través de los modelos F24. El Gobierno no había aceptado y el decreto ley de venta de febrero, dice Ance, «eliminó de la noche a la mañana la venta y el descuento en la factura: los pilares del éxito de la medida». Una disposición que fue solo la última de los 20 cambios normativos desde que existió el 110%: “una continua sucesión de cambios que ha generado mucha confusión y preocupación para todos los operadores”.

La ralentización de las obras de construcción.

Y así, denuncia la asociación, las empresas, al no transferir los créditos, se quedan sin dinero, porque en realidad no cobran por el trabajo que realizan. Esto, a su vez, tiene efectos sobre la puntualidad de los pagos de los trabajadores y las cadenas de proveedores y, en última instancia, conduce a la ralentización o el bloqueo de las obras en curso. Por ello, la asociación de fabricantes pide a gritos una «prórroga de al menos 6 meses del 110% de las operaciones en curso, para dar tiempo a los operadores a concluir las intervenciones iniciadas». También porque las repercusiones positivas de la maxideducción están ahí, subraya Ance nuevamente, y son testigos del Istat y también de la Oficina de Presupuesto del Parlamento en términos de PIB, medio ambiente, Pnrr objetivos alcanzados y beneficios para los menos favorecidos. “Somos conscientes de que fue concebido como una herramienta extraordinaria, pero el sistema técnico, legal y de control representó una excelente estructura sobre la que construir el futuro”, afirma la asociación.

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