Ance, la asociación nacional de constructores, reclama un papel directo para el sector de la construcción en el superávit fiscal del primer semestre de 2022 certificado por el Mef en 14.300 millones, y cuantifica el beneficio generado a las arcas del Estado por las intervenciones financiadas con el Superbonus 4.219 millones de euros, equivalentes al 30% de los ingresos extraordinarios. Según un informe de ANCE, a este resultado contribuyen 1.374,5 millones en IVA y 2.845 millones en Irpef e IVA derivados del mayor consumo de los empleados en intervenciones vinculadas al Superbonus. Además -subraya la nota de los fabricantes- “si consideramos los efectos positivos adicionales derivados de las cotizaciones a la seguridad social y asistencial, así como los impuestos pagados por las empresas involucradas en el proceso de construcción, los ingresos atribuibles al Superbonus 110% alcanzan aproximadamente 6.400 millones”.
“Estos datos -dice la presidenta de ANCE, Federica Brancaccio- confirman que el Superbonus merece la debida atención en la acción gubernamental, que aún puede intervenir para corregir algunos aspectos con el decreto Aid bis. Constatamos que la cesión de créditos sigue bloqueada incluso después de la regla que posibilitó con carácter retroactivo al 1 de mayo de 2022 la cesión facilitada de bonificaciones por parte de los bancos”.
No al “terrorismo” sobre la responsabilidad solidaria de los bancos
Brancaccio dice que en los últimos meses ha habido “terrorismo” en el tema de la responsabilidad solidaria de los bancos y que el mismo nudo ahora corre el riesgo de anular la posibilidad de una transferencia de créditos por parte de los bancos a los “segundos cesionarios” o “segundos compradores”. Debe aclararse de inmediato ya en el Dl Aid bis entrante – dice Brancaccio – que “la responsabilidad solidaria no se aplica al segundo comprador y que este último no está obligado a repetir la investigación ya realizada por el banco también porque, en el caso de un profesional, ciertamente no tendría las herramientas para llevar a cabo esa investigación».
Pero el informe de Ance y las palabras del presidente muestran que las preocupaciones no se quedan en el Superbonus, en el que es probable que quiebren miles de empresas, sino que atraviesan otros sectores con un hilo rojo que corre el riesgo de estallar por no gestionarse adecuadamente por la crisis del Gobierno.
Los riesgos asociados a la fragilidad financiera
“Vivimos -dice Brancaccio- una paradoja explosiva: en este momento el sector crea PIB y empleo y contribuye significativamente a los ingresos extra fiscales y al crecimiento, pero luego se encuentra en una situación de gran fragilidad financiera: de un momento a otro”. las empresas corren el riesgo de verse estranguladas por la falta de liquidez”. La segunda alarma, después del 110%, se refiere a los sobrecostes en licitaciones para las que los recursos puestos a disposición por el gobierno corren el riesgo de resultar completamente insuficientes.