Suiza alcanzó los octavos de final de la Copa del Mundo en Qatar a expensas de Serbia el viernes. En un verdadero espectáculo, los suizos fueron 2-3 demasiado fuertes para el equipo del capitán del Ajax, Dusan Tadic.
Suiza tuvo un inicio de ensueño en el picante partido de Doha, pues a los veinte minutos el veterano Xherdan Shaqiri rompió el hechizo. Quince minutos después, los papeles se invirtieron por completo. Los goles de Aleksandar Mitrovic (a pedido de Tadic) y Dusan Vlahovic lideraron a Serbia 2-1.
Suiza empató antes del descanso por mediación de Breel Embolo. Remo Freuler se convirtió en el ganador del partido con los suizos al poner el 2-3 inmediatamente después del descanso tras un brillante ataque. Ese fue también el caso en el Estadio 974.
Con la victoria, Suiza termina segundo detrás de Brasil en el grupo G, a pesar de que los brasileños sorpresivamente perdieron 1-0 ante Camerún. Los suizos están en los octavos de final de una Copa del Mundo por tercera vez consecutiva. En él competirán contra Portugal, que, pese a la derrota ante Corea del Sur a primera hora del viernes, se proclamó campeón del grupo H. El partido se jugará el martes.
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Para Tadic y Serbia, la Copa del Mundo ha terminado después de tres partidos. Los serbios esperaban poder sorprender en Qatar con jugadores como Tadic, Sergej Milinkovic-Savic (Lazio) y Dusan Vlahovic (Juventus), pero tras derrotas ante Brasil y Suiza y un empate ante Camerún (3-3) se van a casa como el último equipo.
Serbia-Suiza fue una confrontación delicada. Los países ya se enfrentaron en el Mundial de 2018 y luego los suizos Shaqiri y Granit Xhaka hicieron el gesto del águila albanesa tras su gol. Shaqiri y Xhaka tienen raíces albanokosovares. Albania y Kosovo por un lado y Serbia por el otro viven en desacuerdo entre sí. En Doha hubo algunos disturbios y cayeron varias cartas.
Eindstand in groep G
- 1. Brazilië * 3-6 (3-1)
- 2. Zwitserland * 3-6 (4-3)
- 3. Kameroen 3-4 (4-4)
- 4. Servië 3-1 (5-8)
Serbia se recupera de un mal comienzo
Serbia y Suiza entraron en el crack balcánico sabiendo que el ganador muy probablemente pasaría a los octavos de final de la Copa del Mundo. Con Tadic de titular y el exjugador del Ajax Nemanja Gudelj en el banquillo, esto no se reflejó en Serbia. Después de solo un minuto de juego, Suiza tuvo una gran oportunidad de tiro, pero Vanja Milinkovic-Savic mantuvo la portería a cero.
Serbia salió de su caparazón y estuvo cerca del 1-0 a los diez minutos de juego. Andrija Zivkovic pegó en el poste con un disparo lejano. No mucho después fue golpeado en el otro lado. Tras una auténtica carambola en el área serbia, Shaqiri remata a pierna serbia: 0-1. Por pura provocación, una vez más animó a una sección de aficionados serbios.
El gol de apertura no fue el nocaut para Serbia. Al contrario: en el lapso de diez minutos los serbios le dieron la vuelta al partido. Mitrovic cabeceó muy bien un centro de Tadic en el minuto 26 y Vlahovic aprovechó el balón suelto en la defensa suiza con un tiro encubierto en la esquina más alejada.
Suiza completa su remontada
Suiza tampoco se inmutó en el partido, que se desarrolló como un verdadero espectáculo. Un minuto antes del descanso el 2-2 estaba en el Estadio 974. Embolo fue el remate de un ataque fluido y trabajó en el importante empate desde corta distancia.
El 2-2 le dio un empujón a Suiza, porque inmediatamente después del descanso los suizos tomaron la delantera y nuevamente el gol llegó de un buen ataque. Rubén Vargas puso el balón perfectamente preparado para Freuler con el taconazo y el jugador del Nottingham Forest dejó completamente sin chance al portero serbio.
Posteriormente, Serbia no pudo lograr un nuevo cambio de rumbo. Suiza no pudo decidir el juego varias veces y Serbia descargó sus frustraciones principalmente con el árbitro y los jugadores de Suiza después de que Mitrovic no concediera un penalti.
Provocó varios disturbios en la fase final, a raíz de los cuales el árbitro argentino Fernando Rapallini tuvo que sacar un total de once tarjetas amarillas. A Suiza no le sirvió de nada en una velada llena de euforia.