¡Fuera en el último momento! Union no tiene suerte en las semifinales de la Copa DFB. 1-2 ante 47.000 espectadores en Leipzig. Nada saldrá del sueño de la final en el Estadio Olímpico de Berlín. El RB se enfrenta allí al Freiburg el 21 de mayo, que el martes venció al HSV por 3-1.
Union lidera 1-0 durante mucho tiempo a través de un gol maravillosamente jugado por Sheraldo Becker (25). Pero en la segunda parte, el Leipzig dio la vuelta al partido. Silva marca un penalti para igualar (62º).
Y, por último, Emil Forsberg encabeza al Union en el descuento cuando todo el mundo ya cree en la prórroga (90+2).
¡Descanso para Unión!
El capitán del sindicato, Christopher Trimmel, sobre ARD: “Hoy jugamos contra un muy buen oponente. Estábamos muy cerca. Perdimos el segundo gol. Estamos muy orgullosos”.
Robin Knoche: “¡Muy amargo! Jugamos un juego decente. Sin el penalti, el Leipzig no tiene ni una sola oportunidad. Se siente muy vacío en este momento”.
El entrenador del Union, Urs Fischer: “Un juego equilibrado. Duele terriblemente. Tuvimos la mala suerte de ser eliminados”.
Como se anunció, los más de 7000 fanáticos de Union guardan silencio durante los primeros 15 minutos en protesta contra la construcción de marketing de RB, tal como la ven.
Posteriormente, los seguidores de la Unión también se pueden escuchar correctamente, y diez minutos después son inconfundibles.
Trimmel lleva el balón plano al área de penalti desde la derecha: una asistencia de clase mundial. Sheraldo Becker está libre en el poste lejano y dispara a la esquina más alejada – 1:0.
Pasada la primera mitad parece claro: algo está pasando para Unión.
La afición del Hierro ya está en el ánimo definitivo y casi ve el 2-0: Becker sirve a Awoniyi en el segundo palo, pero el delantero se le escapa (57º). Esa podría haber sido la decisión.
Amargo: Por otro lado, Nkunku cae en el área penal. El árbitro Brych mira la escena nuevamente en la televisión y decide una penalización. Silva convierte con seguridad, dispara al medio.
Y luego Forsberg hizo estallar todos los sueños finales de Berlín.
¡Lástima UNIÓN!