Sudáfrica y Australia tienen un buen comienzo, los All Blacks siguen eliminados, es una crisis interminable

Los Springboks, vigentes campeones del mundo, vencieron a Nueva Zelanda 26-10 en Nelspruit (tercera derrota consecutiva) con goles de Arendse, Roux y el pie de Pollard, en Mendoza los Wallabies vencieron a Argentina 41-26 con goles de Petaia, McReight, Faingaa e Ikitau

El Campeonato de Rugby del Hemisferio Sur comienza en nombre de Sudáfrica y Australia. En Nelspruit, los actuales campeones mundiales Springboks derrotaron a los All Blacks 26-10. Continúa la racha negativa de los neozelandeses del técnico Ian Foster, que tras dos derrotas seguidas con Irlanda, subsanan la tercera, así como la quinta en los últimos seis partidos disputados: los All Blacks no pierden tres partidos consecutivos desde 1998, cuando llegaron incluso a cinco (dos con Sudáfrica y tres con Australia). En Mendoza, sin embargo, falla la broma de Michael Cheika, que pasa del banquillo de Australia al de Argentina: Pumas siempre adelante hasta el minuto 66, luego los Wallabies se recuperan y pasan por 41-26.

Sudáfrica-Nueva Zelanda 26-10

No empieza bien para Sudáfrica en Nelspruit, con Faf de Klerk que a los pocos segundos del saque inicial queda inconsciente tras golpear con la cabeza en la rodilla a Caleb Clarke en un intento de placaje: el partido se detiene largo tiempo para permitir los medianos para rescatar al medio scrum, luego reemplazado por Jaden Hendrikse. Además de la aprensión por la condición de De Klerk, el problema adicional es que el entrenador Jacques Nienaber ha elegido a 6 delanteros y solo 2 defensas para el banquillo. Los Springboks, sin embargo, no parecen afectados por la derrota y en pocos minutos tocaron dos veces la portería con los laterales Kurt-Lee Arendse y Makazole Mapimpi, detenidos por las decisivas entradas de Beauden y Jordie Barrett. Pero al 8′ dieron en el blanco con Arendse, que recibió el desmarque de Lukhanyo Am y esprintó por la derecha hacia la portería, transformado por Handre Pollard. Que al 22′ se le escapa el lugar concedido por falta de Sam Cane en el ruck. Un fuera de juego de Damián de Allende en un scrum a favor les cuesta a los sudafricanos la falta que mete Jordie Barrett (desde 38 metros) para el 10-3 en el que se va al descanso. Al comienzo de la segunda parte, sin embargo, es el scrum sudafricano el que conquista el tiro libre que permite a Pollard firmar el +10 (desde 42 metros). El estreno sudafricano también mete un gran descenso en el minuto 58. Impresiona, sobre todo para los que nos tenían acostumbrados a la perfección desde hace años, presenciar una serie de errores en el control del óvalo por parte de los All Blacks: antes, en el origen de la acción que desembocará en el drop, hubo un descarte tirado lejos por Clarke, pero es aún más impresionante ver poco después del óvalo escaparse de las manos de Dane Coles en la entrada inmediatamente a 10 metros de los postes de la portería. Al 73′ Pollard desliza el castigo, merecido por Am que obliga al retenido Beauden Barrett, para el 19-3 que cierra definitivamente las cuentas. En el 75′ aterrador choque aéreo entre Beauden, que se lleva el balón en cabeza, y Arendse, que pega tarde al neozelandés: inevitable tarjeta roja para el extremo sudafricano (que además parece ser el que más sale lastimado). Al 78′, tras el quiebre de Clarke que se escapa por más de 30 metros y es detenido por el extremo Damian Willemse, es Shannon Frizell quien levanta y aplasta, con la transformación de Richie Mounga. Pero justo cuando al menos los contornos de la derrota parecen menos duros, es precisamente un descontrol de Frizell en el 22 defensivo sobre el obsceno paso de Cane para darle a Willie le Roux una cómoda carrera hacia la portería (con la fácil transformación de Pollard). Esta es la peor derrota de los All Blacks en suelo sudafricano en 94 años, desde el 17-0 de 1928. «En muchos sentidos fue nuestra mejor actuación del año», dijo Foster al final del partido, sorprendiendo a los New Reporteros de Zelanda. Que como respuesta le dieron 7 días: si los All Blacks no ganan el próximo sábado en Johannesburgo, dicen, el entrenador será despedido.

Argentina-Australia 21-46

La víspera del Argentina-Australia gira en torno a la ausencia de Michael Hooper: el capitán de los Wallabies anunció al entrenador Dave Rennie y a sus compañeros que quería volver a casa por motivos personales que le habrían impedido cumplir con su cometido sobre la cancha. En su lugar en la tercera fila juega Fraser McReight, el capitán pasa a ser el pilar James Slipper. Argentina arranca con decisión y a los 6′ ya está en la portería: touchdown a los 10 metros, salida rápida para Tomas Cubelli, pase interior para Emiliano Boffelli que cava un primer quiebre, luego tras un par de posesiones el balón sale del ruck y esto vez es Santiago Carreras quien ofrece el paso interior para la carrera de Pablo Matera en la portería, en medio de una línea defensiva inmóvil (Boffelli se transforma). En cambio Quade Cooper marca con una colocación fácil, pero entre el 12′ y el 16′ Boffelli se cuela por dos. Al 18′ llega el gol de Australia: toque a 5 metros, el maul no abre paso y luego Nic White abre rápido para la inserción de Hunter Paisami, luego Cooper inventa el hueco donde meter a Jordan Petaia, quien esquiva a dos hombres y aplasta ( Cooper transforma). Al 22′ sigue Boffelli con un central para el 16-10. Al 37′ los Pumas se abren paso con un buen ataque, entran al 22, meten un penal, en lugar de colocar optan por el toque, pero los australianos desactivan el maul y recuperan el balón. Al final, una infracción australiana desde el touchdown lanzado en 10 metros, esta vez Boffelli va por los palos y firma el 19-10 sobre el que se va al descanso. Al inicio de la recuperación de Cooper duele, solo quedan dos backs en el banquillo (y ningún hueco) y toma el relevo Reece Hodge. En la misma acción hay tiro libre para los Wallabies, Hodge sale al touch a 5 metros, el maul es perfecto para estirar la mano y aplastar a McReight (Hodge se transforma). La respuesta argentina llega en el minuto 56: Juan Cruz Mallia cobra un tiro libre en su 22 y emprende de nuevo el ataque, cuando llega al medio campo encuentra el apoyo de Matera por su izquierda, quien puede avanzar más hasta en el dos contra uno ofrece la asistencia para el sprint en meta al lateral Juan Martín González (transforma Boffelli). Al 62′ Australia puede volver a salir al touch en 5 metros, el maul marca el camino, se suman las espaldas y los Pumas se ven obligados a enterrarlo irregularmente: gol técnico, -2 y tarjeta amarilla para Matías Alemán. Al 66′ un lugar de Hodge le da a Australia la primera ventaja del partido (27-26). Con la superioridad numérica, Australia vuelve al ataque y obliga a los Pumas a una defensa desesperada pero irregular, con Matera arriesgándose a otra tarjeta amarilla y una capitulación solo pospuesta: touche, maul aparentemente detenido, pero luego es el hooker Folau Faingaa para resolver el situación que emerge del lado abierto. Hodge gira para +8 con 8 minutos para el final. Al final del tiempo los dos equipos rebotan la posesión: Argentina persigue el bono defensivo, pero de un balón perdido adelante en su medio nace la acción que conduce al gol de Len Ikitau (aunque el pase que lo libera parece adelantado), transformado por Hodge, quien le da a los invitados el punto extra ofensivo que también vale el mando solitario del ranking.



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