La diseñadora de moda británica Stella McCartney ha presentado la primera prenda del mundo hecha con lentejuelas de origen vegetal sin plástico de Radiant Matter.
Radiant Matter, una nueva empresa de innovación de materiales, ha desarrollado lentejuelas llamadas “BioSequins” que están hechas de celulosa de origen vegetal y, por lo tanto, no contienen metales, minerales, pigmentos sintéticos ni colorantes. En cambio, las innovadoras lentejuelas no contienen plástico, son biodegradables y no tóxicas.
Con “BioSequins”, McCartney ha diseñado un mono sin mangas y ajustado que fue hecho a mano en el estudio londinense de la marca para la modelo británica Cara Delevingne y que se verá en la portada de Vogue estadounidense en abril de 2023.
“Estoy asombrado por la deslumbrante belleza de nuestro mono BioSequin, hecho a mano en mi estudio de Londres con lentejuelas no tóxicas de origen vegetal que son aún más impresionantes que las variedades tradicionales”, dijo el diseñador en un comunicado de prensa. ¿No puedes ser sexy?”
Aunque el mono de una sola pieza exclusivo aún no está disponible comercialmente, McCartney quería mostrar el potencial de la innovación material de Radiant Matter mientras trabaja con su marca para usar solo alternativas de base biológica recicladas y reciclables en un futuro próximo.
Las lentejuelas tradicionales están hechas de película de poliéster (Mylar) o vinilo (PVC), explica la etiqueta: cualquier tela que brille, brille o tenga una calidad reflectante tiene altos niveles de plástico de petróleo, recubrimientos tóxicos o partes metalizadas.
La industria de la moda es un contribuyente masivo al problema global del plástico. Según Naciones Unidas, cada año se utilizan 70 millones de barriles de petróleo para fabricar poliéster. Según datos de la organización benéfica británica Oxfam, las mujeres británicas compran 33 millones de prendas con lentejuelas cada año alrededor de Navidad, de las cuales 1,7 millones terminan en vertederos después de solo cinco usos. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, alrededor del 35 por ciento de los microplásticos que terminan en los océanos del mundo provienen de la ropa sintética.
Esta publicación traducida apareció anteriormente en FashionUnited.uk. Traducción y edición: Pia Schulz