El quiosco Spoorpark en Tilburg está abierto nuevamente después de algunas semanas de cierre. El propietario Tim Frenken cerró las puertas porque no se podía garantizar la seguridad de su personal. Ahora él mismo ha tomado medidas, pero según él, todavía no es suficiente.
“Hemos ajustado nuestro horario de apertura. De esta forma evitamos las horas de la madrugada, cuando nuestro personal se siente más inseguro. Las mesas de picnic, que normalmente están al lado del quiosco, también se han movido”, dice Frenken. Además de estas medidas ‘en segundo plano’, el propietario del quiosco Spoorpark tuvo una buena conversación con la policía y las fuerzas del orden.
“Piense en una prohibición de reunión o alcohol después del atardecer”.
Frenken cree que aún queda mucho por hacer para mejorar el entorno del quiosco. Se da cuenta de que algo así no se puede hacer en un día. “Spoorpark es un parque público. Por eso las medidas deben venir desde el municipio. Esperamos que haya reglas que sean restrictivas para los alborotadores, pero no para las personas que normalmente usan el parque. Puedes pensar en una prohibición de reuniones o alcohol después del atardecer”.
“Lo más normal del mundo poder llevar un quiosco solo”.
A juzgar por las reacciones en Facebook, más personas parecen sufrir una sensación de inseguridad. Algunas reacciones son menos positivas. Por ejemplo, hay comentarios de que los empleados no deben estar solos en el quiosco. Frenken piensa que el mundo está al revés. “En nuestra visión, debería ser lo más normal del mundo poder operar un quiosco solo. Tampoco somos lo suficientemente grandes como para poder pagar a varias personas”.
La situación en el Spoorparkkiosk también es llamativa en la política. Frans van Aarle, presidente del partido Lokaal Tilburg, ha pedido consejo. Quiere saber, entre otras cosas, cuánto tiempo hace que la Junta está al tanto de la situación y si quiere hablar con todas las partes para encontrar una solución. La Junta responderá a estas preguntas a más tardar el 27 de enero.
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