El técnico salernitano encuentra al equipo con el que jugó de 1998 a 2000 cerca de ganar el título, pero sin ser nunca protagonista
Cuando Paulo Sousa llega al Inter – sesión del mercado de fichajes de invierno, enero de 1998 – el equipo de Gigi Simoni es primero en la clasificación, Ronaldo está haciendo el Fenómeno y Massimo Moratti en la tribuna de San Siro se regocija, recoge aplausos y después de cada partido – regresando a casa – Piensa que sí, este es el buen año.