La escuela italiana de navegantes solitarios pero también la Copa América de Barcelona y el sueño del bis olímpico de Tita-Banti. Hacia un 2024 crucial
Cuenta la leyenda que con la expresión lobo de mar -a bordo de los antiguos veleros- quisimos identificar al marinero más viejo, pero también al más hábil y valiente. Los más experimentados. Quizás la expresión proviene del hecho de que el bagre es un pez que realmente existe en los mares del norte. En definitiva, alguien que toma mucho del carácter y la apariencia del lobo-animal y que aúna fuerza y determinación. Lupi di mare es el título, muy acertado, del número de G dedicado a la vela en los quioscos de la Gazzetta dello Sport. Un largo viaje (72 páginas) entre las regatas más famosas y los personajes más famosos de la vela italiana. Empezando por el testaferro de los marineros solitarios italianos por excelencia, Giovanni Soldini, aquel que cruzó el Atlántico hace más de 25 años para inventar una “profesión” que apenas existía en Italia todavía. Después de ese viaje y de los primeros éxitos de Soldini alrededor del mundo, llegaron muchos otros marineros de nuestra casa. Hoy Italia tiene una “escuela” de hombres del océano, hombres dispuestos a dejar sus amarras en pos de sus sueños. Como Giancarlo Pedote, que abandonó la carrera de filosofía y el windsurf en las playas de la Toscana para trasladarse a Francia y escalar la Vendée Globe, el Everest de la vela. La vuelta al mundo sin escalas y sin asistencia que Pedote terminó en 8º lugar en la última edición. Ningún italiano como él. Y en base a ese “éxito” Giancarlo ya se fue y ya se imagina el próximo reto en 2024.
Juegos y Copa América
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Un año crucial para toda la vela mundial: también están los Juegos de París (la sede de los próximos Juegos Olímpicos de vela será Marsella), sobre todo la America’s Cup, que vuelve a Europa por tercera vez desde 1851. Y todavía en España, después de Valencia, los hidroaviones van al descubrimiento de Barcelona. Escuchamos poco sobre Luna Rossa y los otros equipos inscritos en la 37ª edición, pero todos están trabajando para intentar ganar el trofeo de vela más antiguo. Mientras Ruggero Tita y Caterina Banti ya planean la caza del bis olímpico… Historias de hombres y marineros, incluso reconvertidos. Como Ivica Kostelic que sigue los pasos de otro gran esquí, Lasse Kjus. Ivica nos cuenta cómo decidió convertirse en navegante oceánico. Historias, pasiones, pero también grandes sueños: barcos, vacaciones, las regatas más icónicas. Pocas cosas, como la grandeza del mar, están conectadas con la aventura y el sueño del ser humano. Que frente al mar se sienta pequeño y solo, pero también inmensamente inspirado.
29 de junio – 15:03
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