El viernes, Rusia volvió a disparar varios cohetes contra ciudades ucranianas. Al menos diez personas han muerto. El suministro de agua también se vio afectado. Pero debido a la acción de un soldado ucraniano, se salvó una central eléctrica en la capital, Kiev. Dice que derribó un misil. “Casi imposible”, responde su comandante. “Pero gracias a su rápida reacción, lo hizo de todos modos”.
ttn-es-34