En el pueblo de montaña suizo de Brienz, que ya fue evacuado el mes pasado porque una masa rocosa amenazaba con derrumbarse, la situación ahora es crítica. El gobierno local ha declarado “fase azul” alrededor de la medianoche. Las carreteras de Tiefencastel a Surava y Lenzerheide están cerradas y la vía férrea también está cerrada.
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