El comienzo en una semana, sin Djokovic (y quizás Alcaraz). Jannik aterrizó ayer en Norteamérica, deseoso de dejar atrás un verano atormentado hasta el momento, con la última y gran decepción del no a París, por una amigdalitis.
Volvió a publicar en las redes sociales. Después de las melancólicas reposiciones de las medallas olímpicas, Jannik Sinner ha vuelto a mostrarse en el terreno de juego, su hábitat natural. El número 1 del mundo llegó ayer a Montreal, donde jugará dentro de una semana para defender los puntos de Toronto, el primer Masters 1.000 de su carrera. Un botín importante, que si consigue confirmar le permitirá mantenerse en lo más alto. Novak Djokovic ya ha dicho que no estará allí y es probable que Carlos Alcaraz también se pierda. El español está disputando el torneo olímpico tanto en individuales como en dobles con Nadal y ha sufrido algunas molestias musculares. Jannik, acompañado a Montreal por Darren Cahill, ya se ha entrenado en pistas duras canadienses: “Estoy feliz de volver a los terrenos de juego, no veo la hora de empezar de nuevo desde aquí”.
TRABAJAR
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El verano de Jannik Sinner ha sido complicado hasta ahora: desde la semifinal del Masters 1.000 de Montecarlo, los problemas físicos del surtirolés se han multiplicado. En Madrid el dolor de cadera que asustó a la afición y le obligó a someterse a una semana de tratamiento y rehabilitación en el J Medical de Turín, el centro médico de la Juventus y a perderse los Internacionales italianos en Roma. Inmediatamente después, sin embargo, le sobrevino la primera gripe con amigdalitis, que le debilitó haciéndole perder masa muscular por la inactividad, pero Sinner hizo todo lo posible para aparecer en la cancha de Roland Garros, el segundo Slam de la temporada. Allí, Jannik fue eliminado en el quinto set por Carlos Alcaraz en la semifinal pero pudo “consolarse” con el número 1 del mundo, una cima nunca alcanzada en la historia del tenis italiano. Después de un excelente debut sobre hierba con la victoria en el torneo de Halle, Sinner volvió a tener problemas físicos en Wimbledon, donde defendió la semifinal del año pasado. Incluso allí, sin embargo, una enfermedad le debilitó y le obligó a rendirse ante Daniil Medvedev, una vez más en el quinto set. Los Juegos Olímpicos habían dicho que sería la oportunidad adecuada para pasar página pero una vez más, el día antes de partir, Sinner tuvo que levantar la bandera blanca debido a una amigdalitis: “Llegar en plena forma al US Open es el objetivo de los Juegos Olímpicos. adelante’. Ha llegado el momento, pero el estado del surtirolés es una incógnita. Para salir de dudas basta esperar unos días: dentro de una semana lo veremos de nuevo sobre los terrenos de juego, listo para relanzarse en las pistas duras americanas.
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