Sin grandes avances, pero sí un impulso: Xi y Biden hablan de nuevo


El presidente estadounidense, Joe Biden, y el presidente chino, Xi Jinping, se dan la mano en su primera reunión en la cumbre del G20 en Indonesia.Imagen Reuters

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, acordaron durante su reunión en Indonesia el lunes restablecer las líneas de comunicación entre los dos países. Fue la primera reunión cara a cara entre los dos líderes mundiales desde que Biden asumió la presidencia y un momento de acercamiento tentativo en medio de las tensiones por Taiwán, Ucrania y las sanciones tecnológicas.

“El presidente Biden ha señalado que no se debe permitir que la competencia se convierta en conflicto, y que Estados Unidos y China deben manejar su competencia de manera responsable y mantener abiertas las líneas de comunicación”, dijo la Casa Blanca en una breve declaración después de la reunión. Los dos líderes acordaron realizar consultas periódicas a nivel oficial sobre el cambio climático, la estabilidad económica, la salud pública y otros temas.

“Las dos partes deben respetarse mutuamente, buscar intereses comunes, enfocarse en el panorama general y fomentar una buena atmósfera y relaciones estables para la cooperación”, dijo Xi Jinping en una declaración mucho más larga, quien, además de las expresiones de buena voluntad, también lanzó numerosas burlas a los EE.UU. contenidos. En una ilustración de los profundos desacuerdos, las dos partes no emitieron una declaración común.

Primer encuentro crucial

La reunión fue muy esperada en todo el mundo, el primer diálogo cara a cara desde junio de 2019 entre Xi y un presidente estadounidense, entonces Donald Trump. Tras el estallido de la pandemia de covid a principios de 2020, Xi no viajó fuera de China durante muchos años. El G20 en Indonesia es la primera cumbre internacional de Xi en reincorporarse después de asistir a una cumbre de seguridad regional en Asia Central en septiembre. Biden y Xi han tenido una llamada telefónica y cinco videollamadas en los últimos años.

La reunión fue vista como crucial ya que la relación bilateral más importante del mundo está en su peor nivel en medio siglo. Estados Unidos acusa a Pekín de una escalada militar en torno a Taiwán, de un apoyo tácito a la invasión rusa de Ucrania y de socavar el orden mundial existente. China acusa a Washington de interferencia no autorizada con Taiwán y de guerra tecnológica a través de sanciones, como la prohibición de exportación de semiconductores avanzados.

El pasado mes de agosto, tras la visita de la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán, las tensiones aumentaron hasta tal punto que Pekín cortó numerosos enlaces de comunicación bilateral. Esto generó preocupación en ambas partes de que los malentendidos menores pudieran convertirse en conflictos mayores. De antemano, por tanto, los analistas estadounidenses incluso hablaron de ‘la primera cumbre de superpotencias de la Guerra Fría 2.0’.

Diferentes puntos de vista

Biden y Xi hablaron durante tres horas y media, en presencia de sus principales asesores, y tuvieron un intercambio de opiniones “franco”, según ambas partes. Eso no altera el hecho de que esos puntos de vista siguen siendo muy divergentes. Biden dijo defender la democracia y los derechos humanos universales. Xi dijo lo mismo sobre “la resurrección de la nación china” y “un futuro común para la humanidad”, términos que hacen referencia a un modelo autocrático.

Sobre Ucrania, Xi dijo que estaba “del lado de la paz”, pero se abstuvo de hacer la más mínima crítica a su socio Rusia. Sorprendentemente, según la declaración de la Casa Blanca, ambos líderes expresaron su oposición “al uso o amenaza de uso de armas nucleares en Ucrania”, pero la declaración de Xi no hizo ninguna referencia a eso. Beijing teme que una derrota de Putin debilite la posición de China en el escenario mundial.

Como era de esperar, la reunión no produjo grandes avances, pero la restauración de las líneas de comunicación es un impulso. Esto hace posible los acuerdos sobre ‘barandillas’, que evitan que incidentes inesperados se conviertan en conflictos armados. “No vamos a poder arreglar todo, no estoy sugiriendo que esto sea ‘kumbaya’ y todos estarán de acuerdo en todo”, dijo Biden en una conferencia de prensa. “Pero creo absolutamente que no es necesario que haya otra Guerra Fría”.



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