En Estados Unidos, el discreto lanzamiento del teléfono inteligente Mate 60 Pro fue el shock del regreso a clases. A pesar de los esfuerzos de Washington para bloquear el acceso de China a los chips…
En Estados Unidos, el discreto lanzamiento del teléfono inteligente Mate 60 Pro fue el shock del regreso a clases. A pesar de los esfuerzos de Washington por bloquear el acceso de China a los chips más avanzados, Huawei logró obtenerlos. Hoy el “cómo” está cada vez más claro: uno de los proveedores del gigante chino habría conseguido modificar una máquina de la mayor empresa tecnológica europea, ASML.
Restricciones más eludidas que ignoradas
A finales de agosto, con el lanzamiento de un teléfono con un chip de 7 nanómetros, Huawei, o más bien su proveedor, el fabricante Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC), demostró que tenía acceso a tecnologías avanzadas de las que Estados Unidos creía haber privado a China.
En octubre de 2022 restringieron la exportación de semiconductores con un tamaño de grabado inferior a 14 nanómetros, así como de máquinas capaces de fabricarlos. Japón y los Países Bajos, con empresas que producen este tipo de máquinas, fueron invitados a unirse a Washington.
Sin embargo, según información de Bloomberg, es gracias a un dispositivo del grupo holandés ASML que SMIC fabricó el chip Huawei. La empresa europea tiene el monopolio de las máquinas de litografía ultravioleta extrema (EUV), capaces de producir chips de 7 nm o menos. Sin embargo, nada más aparecer en 2019, La Haya prohibió la exportación de estos dispositivos a China bajo presión de la administración Trump.
No hay pruebas de que la empresa haya ido en contra de esta restricción. SMIC habría utilizado un sistema ASML un poco menos sofisticado, la inmersión ultravioleta profunda (DUV) para producir el componente.
El equipo DUV está destinado a producir semiconductores entre 14 nm y 28 nm. Sin embargo, sería posible alcanzar los 7 nm, o incluso menos, gracias a algunas adaptaciones. El proceso, sin pasar por EUV, es mucho más caro para una producción masiva, pero China felizmente subsidia el sector para compensar las sanciones estadounidenses.
Los DUV más avanzados fueron precisamente el objeto de la reciente ampliación de las medidas de restricción de las exportaciones. Tras un acuerdo anunciado por los Países Bajos y Estados Unidos en enero, fue adoptado oficialmente por La Haya en junio y entrará en vigor en enero de 2024. Hasta entonces, ASML puede seguir vendiendo los productos afectados en China y no privarlos. usted mismo de ello. Según los resultados del tercer trimestre publicados hace una semana, el Reino Medio representa el 46% de sus exportaciones, frente al 8% del primer trimestre. El grupo especifica que se trata principalmente de pedidos realizados en 2022.
¿Un fracaso estadounidense?
Este episodio representa una verdadera decepción para Washington y sus esfuerzos por obstaculizar el progreso tecnológico chino. Las medidas tomadas un año antes muestran aquí sus límites. Coincidencia de momento o no, la administración Biden anunció el 17 de octubre una actualización de las medidas de control de las exportaciones de semiconductores.
Si se trata principalmente de chips AI de Nvidia, Intel o AMD, también se trata de un tipo de dispositivo ASML. Estados Unidos utilizó una medida extraterritorial que le autoriza a limitar las exportaciones de productos, incluso de otros países, si contienen tecnologías o elementos estadounidenses.
La iniciativa fue recibida con tibieza en la esfera política holandesa. Varios parlamentarios, en particular miembros de la coalición gobernante, exigieron una reacción del gobierno ante una medida considerada unilateral. Preguntada sobre este tema, la ministra de Comercio Exterior, Leisje Schreinemacher, no se opuso al enfoque estadounidense, pero pidió una reflexión a nivel europeo.
Por su parte, el director general de ASML, Peter Wennink, afirmó que en total las próximas restricciones afectarían al 15% de la facturación de la empresa en China. Crítico desde hace mucho tiempo de las restricciones impuestas por Estados Unidos, cree que son contraproducentes y alientan a China a desarrollar sus propias tecnologías en detrimento de las empresas occidentales.