El conglomerado industrial alemán Siemens ha anunciado importantes inversiones en fábricas en China y Singapur, ya que persigue una estrategia de diversificación en Asia mientras se expande en el mercado chino a pesar de las crecientes tensiones geopolíticas.
El presidente ejecutivo, Roland Busch, dijo el jueves en una conferencia de prensa en Singapur que Siemens invertiría 2.000 millones de euros a nivel mundial este año para aumentar su capacidad de fabricación, comenzando con la expansión de una fábrica en China y la apertura de una planta de alta tecnología en la ciudad-estado.
La duplicación de China se produce después de que Busch la describiera como un impulsor de la innovación tecnológica, pero Siemens también se está protegiendo contra la dependencia excesiva de un país donde las restricciones de EE. El sudeste de Asia.
“Evito la palabra desacoplamiento, porque desacoplar significa decidir una cosa o la otra y nadie quiere hacer eso. . . la diferencia es la diversificación, que consiste en ver cómo se puede atender a más mercados. . . lo que te hace al mismo tiempo más resistente”, dijo Busch a los periodistas el jueves.
La nueva planta de Siemens de 200 millones de euros en Singapur, que empleará a 400 personas, producirá tecnologías de gemelos digitales y “hardware inteligente” para empresas de la región.
El conglomerado también invertirá 140 millones de euros para expandir en un 40 por ciento una planta en Chengdu, suroeste de China, que fabrica software para controlar robots y otras máquinas industriales. Sin embargo, esto continuaría “sirviendo a las oportunidades de crecimiento local en China para China”. Viene junto con un nuevo centro de investigación y desarrollo en Shenzhen que “acelerará el desarrollo de los sistemas de control de movimiento”.
Siemens dijo que las inversiones en alta tecnología en China se estaban realizando porque los clientes de la región eran “los primeros en adoptar nuevas tecnologías, especialmente en digitalización y fabricación de alta tecnología”, haciéndose eco de los comentarios que Busch hizo al Financial Times el mes pasado.
“¿Dónde puedo encontrar a los clientes que me llevan al siguiente nivel de innovación, que son exigentes y que buscan la próxima tecnología?” dijo en ese momento. “Es China en muchos casos”.
Pero la estrategia china de Siemens ha sido cuestionada por los inversionistas, que están desconfiando de cualquier dependencia del país, en medio de llamados de Berlín para que la industria alemana se diversifique.
El gobierno de Alemania señaló ayer, cuando dio a conocer su primera estrategia de seguridad nacional, que su mayor socio comercial, China, se había convertido en los últimos años en una amenaza creciente para la seguridad internacional.
La publicación alemana WirtschaftsWoche informó que Busch originalmente había querido que la planta de Singapur tuviera su sede en China, pero cedió luego de las protestas de los miembros de su junta de supervisión.
Busch describió el jueves la relación cada vez más volátil entre Estados Unidos y China, diciendo que “tenemos esta carrera por quién es el número uno en el mundo, y esto provoca algunas tensiones”.
Sin embargo, la estrategia de diversificación de Siemens se debió principalmente a la pandemia cuando las empresas se dieron cuenta de “una dependencia muy, muy fuerte de ciertos suministros de ciertos países, o incluso de empresas individuales”.
“El mundo entero ahora está trabajando para reducir esas dependencias”, dijo Busch.