¡Ven al proceso! Parece una invitación a un viaje turístico la llamada del partido de extrema izquierda PVDA para asistir al juicio que el ex presidente de la Cámara, Siegfried Bracke, ha iniciado contra el partido. El caso se presentará el miércoles en el tribunal de primera instancia de Bruselas. Antes del inicio, el presidente del partido, Raoul Hedebouw, se dirigirá a los simpatizantes presentes.
¿El objeto del procedimiento sumario? La cuestión de si el PVDA puede hablar de una “pensión acaparada ilegalmente” por parte de Bracke. El partido inició en marzo una petición contra los controvertidos suplementos de pensión de Bracke y su predecesor Herman De Croo (Open Vld) con la petición de devolver “cada euro”. Los dos habían sido objeto de controversia debido a sus elevadas prestaciones de pensión. Esto provocaría que su pensión superara el límite legal.
“Pero lo que exigen no se aplica a mí. Estoy por debajo de ese límite legal”, responde Bracke. Él niega que haya hecho algo ilegal o que haya habido algún “acaparamiento”. Además de exigir que se detenga la petición, también pide al juez que prohíba el uso de la palabra “agarrar” en combinación con su nombre. También quiere que se prohíban las imágenes que lo retratan como un ladrón.
El lío legal no perjudica al PVDA. El martes por la tarde, su petición ya contaba con casi 52.000 firmas. Hedebouw subraya en un comunicado de prensa que no será silenciado. La dirección del partido habla de “una grave violación del derecho a la libertad de expresión”.
Prohibición de publicación
¿No corre Bracke el peligro de caer en la misma trampa que Conner Rousseau, que prohibió la publicación de una noticia sobre sus declaraciones racistas y sexistas contra la comunidad gitana? Rousseau esperaba mantener esta historia encubierta ante los tribunales, pero logró exactamente el efecto contrario. Sus declaraciones acaban de recibir aún más publicidad, tras lo cual tuvo que dimitir como presidente del partido.
“Si yo fuera político, esto sería contraproducente”, responde Bracke, que no viajará a Bruselas el miércoles. “Pero ese es el punto: ya no soy un político. Como todo el mundo sabe, incluso estoy en desacuerdo con mi partido. (N-VA, BAsD)”. Según Bracke, está claro que el PVDA quiere hacer alarde del asunto. “Incluso pidieron celebrar los alegatos orales en una sala más grande con amplificación de sonido, pero el tribunal lo rechazó”.
El propio Bracke establece un paralelo con el caso que la diseñadora de moda Ann Demeulemeester presentó una vez contra el escritor Herman Brusselmans. El tribunal condenó a Brusselmans a pagar una indemnización porque pasajes de su novela habían difamado el buen nombre y el honor de Demeulemeester. Bracke: “Se trataba de ficción. Sin embargo, el juez dijo en principio que había ido demasiado lejos. El PVDA va ahora demasiado lejos. Creo que hay límites”.