Sicilia, alarma por sequía: los hoteleros en alerta. Petroleros para evitar la crisis


Evitar emergencias hídricas. Ésta es la piedra angular de los hoteleros de Sicilia y Cerdeña que luchan contra la sequía. «Estamos en una situación similar a la de los años 80, cuando toda la costa con hoteles, pueblos y segundas residencias estaba abastecida de camiones cisterna», recuerda Paolo Manca, presidente de Federalberghi Sardegna. «Nunca pensamos que volveríamos a vivir una situación así. La falta del Estado pesa mientras las filtraciones de infraestructura y los inconvenientes pesan sobre la vida de todos. Este año tampoco los hoteles se quedarán sin agua, basta con moverse con antelación y asumir este coste adicional”.

En algunos lugares de la isla, como Budoni y San Teodoro, se intenta abordar la situación teniendo en cuenta la urgencia del caso. Las noticias locales hablan de Giovanni Sanna, un empresario propietario del grupo «Studiovacanze» con 18 estructuras, algunas de las cuales se encuentran en la zona roja de sequía. A principios de mayo anunció la compra de dos plantas desaladoras con un coste total de entre 300 y 400 mil euros sin contar los costes de conexión de agua de mar y consumo eléctrico. Este proyecto nació de la decisión de luchar rápidamente contra la sequía y liberarnos del servicio “tanque” cuyos precios fluctúan como los del oro negro. No hay que olvidar que en la temporada de invierno Budoni y San Teodoro cuentan con 5.000 y 3.000 habitantes respectivamente, mientras que en verano llegan a 50.000 personas, entre segundas residencias y turistas.

La emergencia hídrica azota a Sicilia con una situación dramática en la provincia de Agrigento, con acusaciones totales de las partes. «Los embalses están vacíos. Existía una planta desalinizadora, pero fue desmantelada hace diez años”, explica Francesco Picarella, presidente de Federalberghi Agrigento, convocado al Palacio de Orleans por el presidente de la Región, Renato Schifani, para este asunto. “El turismo es la principal industria de la zona y debemos entender si las reservas de agua serán suficientes”. Su primer paso es pedir la instalación de una desaladora. «Pedimos soluciones inmediatas para solucionar el problema», continúa Picarella, que plantea la hipótesis del alquiler de barcos desalinizadores, pero recuerda el vicio de no hacer nada y de una red de agua que en Agrigento pierde la mitad del agua introducida. «Un concejal ha declarado que se necesitarán tres años para renovar la red de agua, pero llevamos hablando de ello desde 2011», insiste Picarella.

En toda la isla la situación es de emergencia, mientras que en Apulia no hay problemas particulares. «No hay ningún problema en el suministro de agua potable, pero se trata de trabajar para recuperar la eficiencia», explica Francesco Caizzi, presidente de Federalberghi Bari. La región se encuentra entre las 12 con mayor estrés hídrico, según la Comunidad, valor del agua. para Italia por The European House – Ambrosetti, junto con Liguria, Friuli y Marche.

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En cuanto a los costes adicionales, al comprar un camión cisterna de agua potable, la lista de precios se ve afectada por fluctuaciones como las del oro negro. El precio por metro cúbico parte de más de 5,5 euros para el suministrado en Cerdeña por una empresa local, pero puede alcanzar los 20-30 euros y más si el camión cisterna tiene que recorrer largas distancias, mientras que la misma cantidad desalinizada oscila alrededor de los 6 euros. En este caso la verdadera incógnita es el coste de la energía, porque el tratamiento requiere mucha energía.



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