Si la película se ciñe a la frase central – Vincent doit mourir – es deliciosamente desagradable, extraña y divertida.


Kari Leklou en ‘Vincent doit mourir’ de Stéphan Castang.

El mundo entero se vuelve contra ti: ese sentimiento humano se vuelve en la comedia de terror francesa Vincent hace mourir explotado hasta alcanzar proporciones de pesadilla. El héroe principal Vincent (gran protagonista de Karim Leklou) es un diseñador gráfico de Lyon que de repente tiene que lidiar con una agresión infundada y feroz en el lugar de trabajo. Un colega tras otro parece decidido a matarlo.

Pronto Vincent también se siente inseguro de su vida en la calle, como si todo y todos sólo pudieran pensar en una cosa. Vincent debe morir: mientras el director Stéphane Castang y el escritor Mathieu Naert se ciñan a la concisión de esa frase, la película es sabrosa, extraña y divertida. Es una pena que pronto resulte no ser tan personal: las cosas cambian a partir de ese momento. Vincent hace mourir poco a poco hacia una variante completamente entretenida, pero no muy original, del género zombie.

Vincent hace mourir

Horror

★★★☆☆

Dirigida por Stéphan Castang

Con Karim Leklou, Vimala Pons, François Chattot

115 minutos, en 11 salas.



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