Después de todo, los contadores y consultores de EY no se van a separar. EY, uno de los cuatro mayores grupos de contabilidad y consultoría del mundo, ha abandonado temporalmente su plan de escindir la empresa.
El liderazgo global anunció esto a sus socios y otros empleados el martes. La razón principal es que la sucursal estadounidense de EY, que representa aproximadamente el 40 por ciento de la facturación mundial, no quiere divorciarse.
EY llamó al Proyecto Everest el proyecto que se suponía que conduciría a una división en dos proveedores independientes de servicios financieros y económicos. Los contadores mantendrían el nombre EY, los consultores de negocios recibirían un nuevo nombre.
Sería el mayor cambio en la contabilidad en veinte años. EY quiere dividir el grupo, porque dos empresas separadas podrían ofrecer más servicios a más clientes que un grupo.
Las regulaciones en países como EE. UU. y los Países Bajos, que se introdujeron después del escándalo de Enron en 2001, también prohíben que los consultores auditen las cifras financieras de una empresa. Y viceversa. De esta forma, se deben evitar todo tipo de conflictos de interés.
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EY ya no quiere decir ‘no’ cuando un cliente al que el grupo ya audita las cuentas pide asesoramiento empresarial, o viceversa.
EY había estado trabajando en el Proyecto Everest durante más de un año. Sería de acuerdo el periódico de negocios británico Tiempos financieros ya han gastado cientos de millones de dólares en la división propuesta.
Sin embargo, esta semana se anunció que la gerencia de la sucursal estadounidense de EY no quiere continuar con el Proyecto Everest. Entre otras cosas, los estadounidenses verían poco en la intención de cortar a la mitad la unidad de negocios que brinda asesoría fiscal y dividirla entre los consultores y contadores. Esa experiencia se diluiría demasiado, era el temor en EE.UU. En un memorando al personal, el ejecutivo global escribe: “Dada la importancia estratégica de nuestra firma estadounidense para el Proyecto Everest, estamos descontinuando el trabajo en el proyecto”.
Sin embargo, una transformación empresarial no parece completamente descartada. “Creemos que la organización debe tener una flexibilidad estratégica para experimentar un nuevo cambio en el futuro”, dice el memorando interno.
Consecuencias en Holanda desconocidas
Las consecuencias del divorcio cancelado para EY Países Bajos aún se desconocen, dice un portavoz de la sucursal holandesa. Los 249 socios de EY Países Bajos solo votarían por el Proyecto Everest después de sus colegas estadounidenses y británicos. Nada cambiará para los cinco mil empleados en los Países Bajos por el momento, dice el portavoz.
El año fiscal pasado (hasta junio de 2022) fue “uno de los años más exitosos en la historia corporativa con el mayor crecimiento en 20 años” para EY a nivel mundial. EY, junto con PwC, Deloitte y KPMG, los ‘Big Four’ de la contabilidad, logró una facturación de 45.400 millones de dólares (41.300 millones de euros) en 2022. Eso fue un 13,7 por ciento más que el año anterior.