¡Sensacional para Eugene! Pokerissimo europeo en el siglo XVI masculino

La final mundial de la carrera de medio fondo más histórica y fascinante rompió el monopolio de los atletas africanos. Un resultado nunca antes visto, con cinco deportistas europeos entre los cinco primeros

giorgio rodelli

20 de julio

En la ciudadela mundial de la media distancia asediada desde hace décadas por grandes corredores africanos, hay un bastión que no cede ni un centímetro. Al contrario, se defiende con extraordinario vigor. A menudo inflige grandes pérdidas a los oponentes. Es el bastión de los 1500 metros masculinos. La carrera más histórica y fascinante de media distancia rápida. La confirmación llegó anoche de la final masculina de 1500 m con cinco atletas europeos entre los cinco primeros. Un hecho que nunca había ocurrido en el máximo campeonato del mundo, empezando por la primera edición fechada en Helsinki 1983. Luego ganó el británico Steve Cram, uno de los tres grandes del medio fondo inglés, junto a Sebastian Coe y Steve Ovett. Anoche fue otro atleta británico, Jake Wigthman, quien rompió la banca con una actuación capitalina. Tanto a nivel deportivo como táctico.

circulo rojo

Más que una final mundial, los 1500 hombres de Eugene parecían ser una competición de los distintos encuentros de la Diamond League. Solo que esta vez las liebres fueron algunos de los mismos mejores finalistas. Los primeros 400 metros ven al keniano Abel Kipsang en cabeza con 55.51. En los 800 metros, superados en 1.52.04, el líder es el noruego Jakob Ingebritsen, el gran favorito de la jornada. Su táctica es una y bien conocida: correr a un ritmo cercano al récord mundial para aplastar a los oponentes. A 1200 metros, Ingebritsen siempre está a la cabeza con 2.48.28. El momento clave llega cien metros después. Al final de la recta opuesta a la llegada cuando el británico Jake Wightman, al darse cuenta de que permaneciendo detrás del noruego habría sido muy problemático adelantarlo en la línea de meta, logra sortearlo para iniciar la última curva en la cabeza.

jugada ganadora

En los últimos cien metros, ya nadie puede adelantarlo. Wightman cruza la línea de meta en 3.29.23. Ingebritsen, que estaba sorprendido y no tiene el cambio brusco en su repertorio técnico, es segundo con 3.29.47. Tras ellos se derrumbó el keniano Timoty Cheruyiot, campeón del mundo en 2019 en Doha, solo sexto en 3.30.69 y Abel Kipsang séptimo en 3.31.21. El bronce es para el ibérico Mohamed Katir con 3.29.90 por delante de su compatriota Marco García 3.30.20 y el británico Josh Kerr 3.30.60. Al igual que los británicos, los españoles siempre han tenido una gran tradición en la media distancia rápida. Baste recordar a Fermín Cacho campeón olímpico de 1500 metros en 1992 en Barcelona.





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