El PSV parecía caer en el hielo el miércoles por la noche ante un excelente Shakhtar Donetsk. El equipo de Peter Bosz disputó en Eindhoven uno de los partidos más flojos desde el nombramiento del entrenador, sobre todo antes del descanso. El PSV pronto cayó en la desesperación, pero se recuperó en la fase final y aun así se llevó todo el botín: 3-2. Otro prodigio del fútbol.
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