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El Senado de México aprobó un plan radical para que los votantes elijan a todos sus jueces, una medida que ha debilitado su moneda y corre el riesgo de socavar la confianza de los inversores en el mayor socio comercial de Estados Unidos.
Después de una frenética jornada en la que manifestantes irrumpieron en el Congreso, la oposición denunció amenazas del partido gobernante Morena y un senador opositor fue detenido, los cambios fueron aprobados la madrugada del miércoles en una votación general por la mayoría requerida de dos tercios, con 86 votos a favor y 41 en contra.
Las medidas ya habían pasado por la Cámara Baja y después de más discusiones de artículos individuales en el Senado, en los próximos días pasarán a aprobación final en las legislaturas estatales, la mayoría de las cuales están dominadas por Morena.
Los cambios constitucionales han sido impulsados por el presidente Andrés Manuel López Obrador, un populista de izquierda que ha trabajado para rehacer el sistema político de México y fortalecer el control de su partido en el poder.
En el centro de Ciudad de México, la policía antidisturbios disparó gases lacrimógenos mientras los manifestantes se reagrupaban afuera de la cámara temporal que los legisladores instalaron para aprobar la reforma.
“Esto resultará en el fin de la separación de poderes, el fin de la república como la conocemos y la instauración de un régimen autoritario”, dijo en el pleno del Senado el senador Ricardo Anaya del opositor partido Acción Nacional (PAN).
El peso perdía un 0,5 por ciento frente al dólar y se cotizaba a 19,99 en las primeras operaciones del miércoles. Es una de las monedas de los principales mercados emergentes más débiles del mundo este año, con una caída del 17,6 por ciento frente al dólar desde las elecciones generales del 2 de junio.
La aprobación legislativa de las reformas legales ha asustado a los inversionistas y podría dejar al sistema judicial en el limbo justo cuando la sucesora elegida por López Obrador, Claudia Sheinbaum, asuma el cargo el 1 de octubre. Sheinbaum ha respaldado los cambios.
Los inversores habían sido optimistas respecto de México durante varios años, ya que los analistas predijeron que se beneficiaría de un cambio en la fabricación desde China hacia Estados Unidos en medio de tensiones geopolíticas e interrupciones en la cadena de suministro.
Pero Washington ha advertido que los cambios legales de México ponen en riesgo la democracia y la seguridad, y que la relación bilateral se encuentra ahora en su punto más frágil en años.
Gerardo Esquivel, ex miembro del directorio del banco central, dijo que ahora es probable que haya una recesión el próximo año y que el peor impacto de la reforma legal sería en el mediano y largo plazo.
“Nuestra economía será vista como más riesgosa… la inversión privada, nacional y extranjera, será menor”, afirmó. “Habremos desperdiciado la mejor oportunidad de crecimiento que hemos tenido en décadas”.
El plan implica que unos 7.000 jueces estatales y federales serán despedidos —incluido todo el Tribunal Supremo— y reemplazados en dos elecciones: la mitad en 2025 y la otra mitad en 2027. También otorga al gobierno amplios poderes sobre la selección de candidatos y flexibiliza la experiencia y la cualificación requeridas para los puestos.
Un video de un manifestante joven y furioso en el Senado lo mostró gritándole desde el balcón a los legisladores: “Están acabando con el país, mi país se está muriendo”.
Alejandro Moreno, líder del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), afirmó que los senadores estaban recibiendo mensajes de grupos del narcotráfico para que lo aprobaran.
Pero los promotores de la reforma dicen que los votantes la eligieron en las urnas. Morena puso el cambio constitucional en el centro de una campaña electoral en la que Sheinbaum ganó la presidencia y sus legisladores obtuvieron una supermayoría cercana.
“El sistema de justicia no está beneficiando a la sociedad, está beneficiando a unos cuantos”, dijo Lina Zamora, portavoz de Jóvenes por la Reforma, un grupo activista a favor de los cambios, y agregó que “36 millones de personas apoyan… la reforma judicial”.
La coalición gubernamental se quedó con un voto de diferencia en el Senado, pero un senador de la oposición de una familia asociada desde hace tiempo al PAN, Miguel Ángel Yunes, cambió de bando para respaldar la medida.
Yunes dijo que la propuesta podría mejorarse en la legislación secundaria y que respaldaba un nuevo modelo para el sistema de justicia, pero ex colegas y columnistas políticos alegan que llegó a un acuerdo con Morena para que los fiscales abandonaran múltiples investigaciones criminales sobre miembros de su familia.
Los opositores dicen que los cambios son parte de un proyecto más amplio de López Obrador para devolver a México al sistema autoritario de partido único que tuvo durante gran parte del siglo XX.
El partido de oposición Movimiento Ciudadano dijo que uno de sus senadores, Daniel Barreda, había sido detenido ilegalmente junto con su padre en su estado natal de Campeche y no había podido acudir a votar. Los líderes de Morena dijeron que eso no era cierto.
“Hoy en el pleno denuncié lo que estamos viviendo: un regreso a los tiempos en que se ignoraba la voz de los ciudadanos”, dijo la senadora de MC Alejandra Barrales. “Volveremos a la política de ‘no los veo ni los escucho’, mientras el Estado persigue a quienes se oponen”.