Según los expertos, muchos padres no perciben el impacto que pueden tener en su desarrollo los duros regaños y denigraciones de los niños. “Puede ser tan dañino como el abuso físico”


lo apoya a uno nueva investigación publicada en la revista Child Abuse & Neglect. Según los expertos, Regañar duramente a los niños debería considerarse una forma de abuso por el enorme daño que causa. Los padres que gritan a sus hijos o los llaman «estúpidos» los exponen – a largo plazo – al riesgo de autolesionarse, consumir drogas y cometer abusos ellos mismos.

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Gritarles a los niños es tan dañino como el abuso físico o sexual. Un nuevo estudio

Los gritos, la denigración del niño y las amenazas verbales pueden ser «tan perjudicial para el desarrollo del niño como otros subtipos de maltrato actualmente reconocidos y establecidos por la medicina forense, como el abuso físico y sexual infantil», señalan los expertos.

El estudio fue encargado por Las palabras importanuna organización benéfica británica que tiene como objetivo mejorar la salud de los niños poniendo fin al abuso verbal.

El impacto negativo a largo plazo del abuso verbal en los niños

«El abuso verbal infantil necesita desesperadamente ser reconocido como un subtipo de abuso debido a sus consecuencias negativas para toda la vida», dijo el profesor en un comunicado. shanta dubeautor principal del estudio y director del Programa de Maestría en Salud Pública de la Universidad Wingate.

«Los adultos a menudo no son conscientes de cómo su tono y ciertas palabras como ‘estúpido’ y ‘vago’ pueden tener un impacto negativo».

El profesor Peter Fonagy, jefe de la división de psicología y ciencias del lenguaje de la University College London (UCL), habló en particular sobre el impacto. «La exposición al abuso verbal se asocia con malestar psicológico persistente, dificultades emocionales y relacionales complejas, trastornos físicos y mentales. Pero también con una mayor probabilidad de recrear situaciones abusivas en sus vidas: por ejemplo, encontrar una pareja que abuse de ellos, o encontrarse repitiendo el abuso con otros».

Usar palabras para intimidar, avergonzar y controlar puede parecer menos dañino que una amenaza física. No es tan.

OMS: el abuso físico disminuye, el abuso verbal aumenta

El análisis realizado por Dube, Fonagy y otros académicos de la UCL también cita una investigación de la Organización Mundial de la Salud según la cual El 36,1% de los niños en todo el mundo han sufrido abuso emocional, incluido abuso verbal. Esto es mucho más alto que el 25% que experimentó abuso sexual y el 22% que experimentó abuso físico.

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