Los cines, teatros, museos y otras instituciones temen no poder soportar los mayores costos de energía, justo ahora que pueden volver a abrir por completo después de años de cierre. Por ello, los grupos de interés del sector cultural han pedido ayuda al gabinete y a los municipios en una candente carta.
Debido al aumento de los precios del gas y la electricidad, las grandes instituciones culturales con sus propios edificios pueden enfrentarse a costes imprevistos que pueden ascender a millones de euros, escribe el presidente Jan Zoet del Taskforce Cultural and Creative Sector. Según él, el aumento esperado del 10 por ciento en el salario mínimo, el mercado laboral ajustado y la inflación general están ejerciendo una presión adicional sobre las finanzas en el sector cultural. En consecuencia, “peligra directamente la supervivencia de organizaciones, autónomos, proveedores y artistas, en definitiva, de todo el sector”.
El grupo de trabajo aboga por un aporte energético con el que municipios y provincias puedan mantener la vida cultural local. Zoet también sugiere una reducción del IVA para ayudar al sector cultural y una reducción de la renta de los edificios propiedad del gobierno. Además, el grupo de trabajo, que actúa para museos, cines, músicos y teatros, entre otros, quiere que los subsidios aumenten de acuerdo con la inflación.