Se teme que hasta 60 civiles mueran después de un ataque aéreo ruso en una escuela en el este de Ucrania mientras el país se preparaba para un nuevo ataque de las fuerzas del Kremlin antes de su desfile del Día de la Victoria en Moscú el 9 de mayo.
Una escuela en Belogorovka, un pueblo en la región de Donetsk cerca de la primera línea de combate entre las tropas rusas y ucranianas, fue alcanzada por una bomba el sábado, según la administración regional. Se pensaba que los residentes del pueblo se estaban refugiando en el edificio y en un centro cultural adyacente cuando fue atacado.
Serhiy Haidai, gobernador de la región de Luhansk, dijo que es probable que hasta 60 civiles hayan muerto en la explosión y el fuego subsiguiente y que otros 30 fueron rescatados de debajo de los escombros. El FT no pudo confirmar de forma independiente la escala de las bajas.
Las fuerzas rusas continuaron atacando posiciones ucranianas a lo largo de la línea del frente de 1.000 kilómetros y atacaron objetivos con misiles de crucero el sábado, incluida Odesa. Las sirenas antiaéreas sonaron en gran parte del país el domingo por la mañana.
El gobierno ucraniano ha instado al público a quedarse en casa y prestar atención a las advertencias de ataques aéreos en previsión de un aumento en los ataques con misiles y cohetes antes del 9 de mayo, cuando Rusia celebra la victoria soviética sobre la Alemania nazi. Los funcionarios ucranianos esperan que el presidente ruso, Vladimir Putin, aproveche la ocasión para alardear de los logros militares de su país en Ucrania y posiblemente para intensificar la ofensiva.
Las fuerzas rusas presionaron en el norte de la región de Donbas, donde buscan presionar y luego rodear a las tropas ucranianas alrededor de las ciudades de Sloviansk y Kramatorsk.
El estado mayor de Ucrania dijo el domingo que los rusos habían capturado las afueras del norte de Shandrygolov, una ciudad al norte de Sloviansk, y las fuerzas rusas afirmaron haber tomado Popasna, donde los combates se han prolongado durante semanas y la han dejado casi destruida. A pesar de estos logros limitados, el avance de Rusia se ha estancado en gran medida.
Mientras tanto, las fuerzas ucranianas continuaron alejando a las tropas rusas de Kharkiv, la segunda ciudad de Ucrania, brindándole más alivio del fuego de artillería ruso. La operación ucraniana al noreste de la ciudad en dirección a la frontera con Rusia ha sido su mayor contraataque de la guerra hasta el momento.
El presidente Volodymyr Zelensky dijo que las autoridades ucranianas, junto con la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja, planeaban evacuar a todo el personal médico y a los soldados heridos de la planta de Azovstal, que se ha convertido en el último bastión de la resistencia ucraniana en Mariupol.
Todas las mujeres, niños y ancianos restantes fueron evacuados el sábado de la acería en la ciudad portuaria del sureste, según la viceprimera ministra Iryna Vereshchuk. En total, 300 civiles han sido liberados de la planta.
Zelensky también ha pedido que se permita que el personal militar ucraniano, que se cree que suman entre varios cientos y 2,000, abandone las vastas instalaciones. Dijo el viernes que se estaban realizando esfuerzos diplomáticos internacionales para asegurar su paso seguro.
La próxima fase de la evacuación sería «extremadamente difícil» pero «no perdemos la esperanza», dijo Zelensky.