Se suponía que iba a jugar en la Juve, se convirtió en el enemigo acérrimo de la Dama: las puertas correderas de Lukaku

En 2019 solo faltaban algunos detalles de su llegada procedente del United a cambio de Dybala, tras un intento ya en 2014. En cambio, se ha convertido en un símbolo del Inter, y la cara de la rivalidad.

Romelu Lukaku ha estado dos veces cerca de vestir la camiseta de la Juventus. En la última ocasión, en 2019, saltó por voluntad de terceros: él y el club de la Juventus estaban listos para firmar y comenzar el matrimonio, que ya se había desvanecido cinco años antes. El delantero belga fue protagonista del último Juve-Inter de la Copa de Italia: empató desde el punto de penalti cuando se acababa el tiempo y dejó a Inzaghi con esperanzas en la final al aplazarlo todo al partido de vuelta que se jugará en un mes en San Siria. Pero también se encontró en medio del tumulto final por ese júbilo que el árbitro consideró provocativo hacia la afición juventus, que luego le dirigió cánticos racistas. En general, un mal final en el Estadio, indecoroso, del que nadie sale bien.

EN 2019

El delantero del Inter podría haber vivido la velada en papeles invertidos. Y todo se remonta a la noche del 4 de agosto de 2019, cuando solo faltaban algunos detalles del acuerdo entre Dybala y el Manchester United para su llegada a Turín. Nada que pudiera entorpecer el trabajo de esa mesa ahora enviado hacia la operación: un intercambio entre dos jugadores con características diferentes, pero que habrían solucionado las necesidades de todos. La Juve buscaba pareja para Cristiano Ronaldo: Lukaku se lo había imaginado como el Benzema blanquinegro. Dybala, en cambio, aportaría calidad e imaginación al Manchester United. Pero se desvaneció porque Joya no estaba convencida de irse del Turín (esperaba que se pudieran ampliar los márgenes para volver a ser central en el proyecto de la Juventus y discutir la renovación) y entonces los Red Devils dieron un paso atrás. El delantero centro, en cambio, aterrizó en el Inter de Milán, abrazando finalmente a Antonio Conte.

EN 2014

El extécnico de la Juve le habría querido en Turín ya en 2014. En aquella sesión del mercado de fichajes, los blanquinegros negociaron con el Chelsea durante mucho tiempo, pero incluso en aquella ocasión las conversaciones tomaron otro rumbo sobre los tramos finales del negociación. Esta vez por voluntad del atacante. “Cuando elegí dejar el Chelsea definitivamente, tuve la oportunidad de irme a la Juventus. Pero no sé por qué, no me apetecía – la historia del propio Lukaku años después -. Algo no me convenció. Y al día siguiente Conte se fue de la Juve. Y luego pensé: ‘Gracias a Dios que no fui’. Aunque creo que Allegri es un gran entrenador, decidí irme al Everton. Fue una buena elección.» El club de Liverpool se lo llevó por 35 millones. Mientras que Conte, entre los sueños no tan velados de los aficionados de la Juventus por un nuevo paréntesis en el banquillo en un futuro próximo, sigue siendo uno de los entrenadores a los que Lukaku está más cerca.

INSULTOS EN EL ESTADIO

El regreso al Inter, el pasado verano, estuvo marcado por otro curioso encuentro con Dybala. Esta vez el belga ganó la papeleta al argentino, que negoció durante mucho tiempo con el club nerazzurri pero luego se vio obligado a cambiar de planes en pleno verano. Lukaku fue el símbolo del último scudetto nerazzurro, que sancionó el fin del dominio de la Juventus en la Serie A tras nueve temporadas consecutivas: quizá también por eso el trato que le reservaban los aficionados juventinos fue un poco más allá. La doble amarilla, tras el júbilo por el gol del 1-1, le costará la descalificación en el partido de vuelta: tendrá que apoyarse en sus compañeros para aspirar a jugar la final de la Coppa Italia este año, y así darse la oportunidad de ganar un segundo trofeo con la camiseta nerazzurri. Mientras que su acercamiento a la Juve ahora parece pertenecer a una época lejana. Entonces, está claro: si algún día Antonio Conte le vuelve a llamar…



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