Más de cincuenta especies de tiburones en peligro de extinción reciben protección internacional. 183 países acordaron por unanimidad en una conferencia en Panamá. La decisión se considera una medida que podría frenar el comercio de aletas de tiburón.
El comercio de tiburones martillo y réquiem y especies relacionadas ahora será objeto de un minucioso escrutinio por parte de CITES, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres. Según un delegado panameño, la decisión «histórica» significa que una gran cantidad de tiburones (que representan el 90 por ciento del mercado) recibirán protección.
Si un país quiere comerciar con productos que están en la lista CITES, debe emitir una licencia a los exportadores. Para hacer esto, los científicos primero deben establecer que el comercio no está dañando a las poblaciones silvestres.
La sopa de aleta de tiburón es considerada un manjar en países como China, Taiwán y Japón. El comercio mundial de aletas de tiburón ronda los 500 millones de euros anuales. Un kilo puede rendir hasta 1.000 euros.
Cada año mueren entre 63 y 273 millones de tiburones. Los pescadores están particularmente interesados en sus aletas y, a menudo, arrojan el resto del animal al océano.
“Esto será recordado como el día en que cambiamos el rumbo para evitar la extinción global de tiburones y rayas”, dijo Luke Warwick, director de protección de tiburones de la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre. Según él, varias especies de tiburones están en peligro de extinción.
CITES, que entró en vigor en 1975, ha establecido normas de comercio internacional para más de 36.000 especies silvestres. En 2013, se impusieron por primera vez restricciones comerciales a algunas especies de tiburones. Japón y Perú intentaron sin éxito reducir el número de especies de tiburones a proteger en la cumbre de Panamá. Pero finalmente hubo 54. Otras especies que se debatieron fueron las ranas de cristal, los cocodrilos, los peces guitarra y algunas especies de tortugas.