Se les dice a los sindicatos ferroviarios militantes que acepten un acuerdo salarial ‘final’ y terminen con el caos de la huelga


Incluso antes de convertirme en Ministro de Ferrocarriles, era un apasionado defensor de nuestros ferrocarriles.

Los efectos posteriores de Covid han dejado nuestra red ferroviaria en un lugar financieramente peligroso.

Ya sea debido al trabajo híbrido o simplemente por estar harto de la acción industrial en curso, los pasajeros no regresan en la misma cantidad.

La industria necesita una reforma fundamental: para brindar mejores servicios, obtener más ingresos y hacer que los pasajeros vuelvan a bordo.

Desde que fuimos designados en octubre, el Secretario de Transporte y yo hemos estado tratando de reunir a las partes negociadoras y facilitar discusiones productivas. Queremos resolver estos conflictos laborales.

Estamos haciendo algunos progresos, siendo las discusiones con el RMT las más desarrolladas.

También hay una oferta generosa sobre la mesa: un aumento salarial del 5% + 4% en dos años, con el aumento del año pasado pagado en una suma global, una oferta que también beneficia de manera desproporcionada a los peor pagados.

Dos sindicatos, TSSA y Unite, ya han aceptado esta oferta para sus miembros de Network Rail.

Esta es la mejor y última oferta posible. Simplemente no hay dinero público disponible para aumentos salariales que revienten la inflación.

Eso solo sería posible si subiéramos sus impuestos. Esto no se justifica cuando, a través de la modernización y la reforma, la industria ferroviaria podría financiar por sí misma esos aumentos salariales.

La modernización significará que la nueva tecnología puede acelerar la capacitación de los conductores y hacer que las condiciones de trabajo en la pista sean más seguras. Al formalizar el trabajo dominical, podemos aprovechar el aumento de los viajes de placer de fin de semana que hemos visto después de Covid. El personal se beneficiará de patrones de trabajo más flexibles y roles polivalentes.

Estos cambios están en línea con muchos sectores en todo el país y son esenciales para cualquier ferrocarril del siglo XXI.

Nadie gana prolongando esta disputa, en particular los trabajadores ferroviarios.

A medida que llegan las facturas de las tarjetas de crédito de enero, algunos trabajadores en huelga han perdido miles de libras en salarios perdidos en los días de huelga y se están perdiendo el pago retroactivo del 5%.

Mientras tanto, el propio ferrocarril corre el riesgo de marchitarse en la vid, incapaz de realizar los cambios que necesita para crecer y perdiendo la fe de una generación de pasajeros ferroviarios.

Mi mensaje a la RMT es claro: el Gobierno ha hecho nuestro granito de arena: nos reunimos con ustedes, los escuchamos y facilitamos una mejor y última oferta sobre salarios y reformas para ustedes.

El futuro de la red ferroviaria está en juego. Presente las últimas ofertas a sus miembros, anímelos a aceptar y ayúdenos a construir el ferrocarril moderno y sostenible que Gran Bretaña se merece.

Huw Merriman es el Ministro de Ferrocarriles



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